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1 Corintios 1:26 - Biblia Nacar-Colunga

26 Y si no, mirad, hermanos, vuestra vocación; pues no hay entre vosotros muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles.'

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Recuerden, amados hermanos, que pocos de ustedes eran sabios a los ojos del mundo o poderosos o ricos cuando Dios los llamó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Fíjense, hermanos, en ustedes, los elegidos de Dios: ¿cuántos de ustedes tienen el saber humano o son de familias nobles e influyentes?

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Porque, mirad hermanos vuestro llamamiento, que no sois muchos sabios según la carne,° ni muchos poderosos ni muchos nobles;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Ved, si no, hermanos, quiénes habéis sido llamados: no hay entre vosotros muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos de noble cuna.

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1 Corintios 1:26
24 Cross References  

Fue él a su señor y le dijo: “Esto y esto ha dicho una jovencita de tierra de Israel”;'


Por eso han de temerle los hombres, y no mira El al que se cree sabio.


Dejaré en medio de ti como resto un pueblo humilde y modesto, que esperará en el nombre de Yahvé.


me ha parecido a mí también, después de informarme exactamente de todo desde los orígenes, escribirte ordenadamente, óptimo Teófilo,


En aquella hora se sintió inundado de gozo en el Espíritu Santo y dijo: Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las revelaste a los pequeños. Sí, Padre, porque tal ha sido tu beneplácito.


Al verlo, creyó el procónsul, maravillado de la doctrina del Señor.


Hallábase éste al servicio del procónsul Sergio Pablo, varón prudente, que hizo llamar a Bernabé y a Saulo, deseando oír la palabra de Dios.


Algunos se adhirieron a él y creyeron, entre los cuales estaban Dionisio Areopagita y una mujer de nombre Damaris y otros más.


que los dones y la vocación de Dios son irrevocables.


¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el letrado? ¿Dónde el disputador de las cosas de este mundo? ¿No ha hecho Dios necedad la sabiduría de este mundo?


De éstos hablamos, y no con estudiadas palabras de humana sabiduría, sino con palabras aprendidas del Espíritu, adaptando a los espirituales las cosas espirituales.


que no conoció ninguno de los príncipes de este siglo; pues si la hubieran conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria.'


Os saludan todos los santos, y principalmente los de la casa del César.


Escuchad, hermanos míos carísimos: ¿No escogió Dios a los pobres según el mundo para enriquecerlos en la fe y hacerlos herederos del reino que tiene prometido a los que le aman?


El presbítero, a la señora Electa y a sus hijos, a los cuales amo en la verdad; y no sólo yo, sino también cuantos conocen la verdad,'


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