Juan 4:15 - Biblia Jünemann Septuaginta en español

¹⁵ Dice a él la mujer: «Señor dame esta agua, para no tener sed, ni atravesar acá a sacar».

Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁵ La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁵ —Por favor, señor —le dijo la mujer—, ¡deme de esa agua! Así nunca más volveré a tener sed y no tendré que venir aquí a sacar agua.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁵ La mujer le dijo: 'Señor, dame de esa agua, y así ya no sufriré la sed ni tendré que volver aquí a sacar agua.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁵ Le dice la mujer: Señor, dame esa agua, para que no tenga sed ni venga aquí a sacar.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁵ Dícele la mujer: 'Señor, dame de ese agua, para que yo no sienta ya más sed, ni tenga que venir aquí a sacarla'.

Juan 4:15 Cross References

Salmos 4:6

(4:7) Señalada está sobre nosotros la luz de tu faz, Señor: Has dado alegría en mi corazón;

Juan 4:16

Dícela: «Vete, llama tu marido y ven acá».

Juan 6:26

Respondióles: Jesús y dijo: «En verdad, en verdad dígoos: buscáisme, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y hartádoos.

Juan 6:34

Dijeron, pues a él: «Señor, siempre danos este pan».

Juan 6:35

Díjoles Jesús: «Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí, no hambreará, no; y el que cree en mí, no tendrá sed, no, jamás.

Romanos 6:23

Pues los estipendios del pecado, muerte; pero el carisma de Dios, vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Romanos 8:5

Pues, los que según carne son, lo de la carne sienten; pero, los que según espíritu, lo del espíritu;

1 Corintios 2:14

Mas el psíquico hombre(b) no percibe las cosas del Espíritu de Dios; pues estultas para él son y no puede conocer; pues espiritualmente se juzgan.

Santiago 4:3

pedís, y no recibís; por esto: porque malamente pedís: para en vuestras concupiscencias gastarlo.

1 Juan 5:20

Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y dádonos entendimiento para que conozcamos al Verdadero; y somos en el Verdadero: en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y vida eterna.