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Josué 1:8 - Biblia Jünemann Septuaginta en español

8 Y no se apartará el libro de esta ley de tu boca; y meditarás en él día y noche, para que sepas hacer todo lo escrito en ella; entonces bien te encaminarás y bien caminarás tus caminos, y entonces acertarás.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Solamente entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Releerás constantemente este libro de la Ley. Lo meditarás día y noche para que actúes en todo según lo que allí está escrito: de ese modo llevarás a cabo tus proyectos y tendrás éxito.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 No se aparte de tu boca el libro de esta Ley. De día y de noche meditarás° en él, para que cuides de hacer conforme a todo aquello que está en él escrito, porque entonces harás próspero tu camino, y tendrás buen éxito.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Que el libro de esta ley no se aparte de tu boca; medita en él día y noche para que procures actuar conforme a todo lo que en él está escrito, y así prosperarás y tendrás éxito en tus empresas.

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Josué 1:8
40 Cross References  

Y había salido a meditar(c) a la llanura, hacia la tarde, y alzó los ojos y he aquí venían camellos.


Y estuvo buscando al Señor, en los días de Zacarías, el entendido en el temor del Señor; y, en todos los días de él, buscó al Señor, y prosperóle el Señor.


En mi corazón he escondido tus dichos; para no pecar contra ti.


En tus mandamientos ejercitaréme; e investigaré tus caminos;


¡Cómo he amado tu ley, Señor! todo el día meditación mía es.


Sobre todos los que me enseñan, he comprendido, pues tus testimonios meditación mía son.


(18:15) Y serán para beneplácito las palabras de mi boca, y la meditación del corazón mío delante de ti siempre, (18:16) Señor, ayudador mío y redentor mío.


mi justicia; no he ocultado en mi corazón tu verdad; y tu salud he dicho; no he ocultado tu misericordia y tu verdad ante congregación mucha.


Continúa la exhortación a la sabiduría Hijo, mis leyes no olvides; y mis palabras observe tu corazón;


Y éste para ellos el de parte mía testamento, dijo el Señor: el espíritu, el mío, que está en ti, y las palabras que he dado en tu boca, no desfallecerán, no, de tu boca y de la boca de tu simiente; pues dijo el Señor desde ahora y por el siglo.


El buen hombre del buen tesoro lanza lo bueno; y el mal hombre del mal tesoro lanza lo malo.


enseñándoles a guardar todo cuanto he mandado a vosotros. Y he aquí que estoy con vosotros todos los días hasta la consumación del siglo»(e).


No todo el que me dijere: «¡Señor, Señor!», entrará en el reino de los cielos, sino el que hiciere la voluntad de mi Padre, el de los cielos.


Todo aquel, pues, que oye estas palabras mías y las hace, se asemejará a varón prudente, que edificó su casa sobre la peña.


Y él dijo: «Sí, por cierto, bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y guardan».


Si esto sabéis, bienaventurados sois, si lo hiciereis.


El que tiene mis mandamientos y los guarda, aquél es el que me ama; y el que me ama, amado será por mi Padre; y yo amaréle y manifestarémele».


Toda palabra corrompida de vuestra boca no salga, sino que, si alguna(k) buena para edificación de la necesidad(l), para que dé gracia a los oyentes.


y tomamos su tierra, y la di en heredad a Rubén y a Gad y a la mitad de la tribu de Manasés.


Y cuidaréis de hacer todas las palabras de esta alianza, para que entendáis todo cuanto hiciereis.


Cerca de ti está la palabra sobremanera en tu boca, y en tu corazón y en tus manos el hacerla.


cuando se junta todo Israel a comparecer ante la faz del Señor, vuestro Dios, en el lugar que eligiere el Señor; leeréis esta ley delante de todo Israel a las orejas de ellos;


Y, cuando terminó Moisés de escribir todas las palabras de esta ley en libro hasta el fin;


Repetición del Decálogo Y llamó Moisés a todo Israel y díjoles: «Oye, Israel, los preceptos y los juicios, que yo hablo en vuestras orejas en este día, y los aprenderéis y guardaréis, para hacerlos.


¡Quién dará que sea tal su corazón en ellos que me teman y guarden todos mis mandamientos todos los días para que bien les vaya y a sus hijos por siempre!


Y cuidaréis de hacer tal como te ha mandado el Señor; no os desviaréis a diestra ni a siniestra,


La palabra del Cristo inhabite en vosotros ricamente, en toda sabiduría, enseñando y (Cor. 10,31.) amonestándoos, con salmos, himnos y cantares espirituales, en la gracia cantando, en vuestros corazones, a Dios.


Esfuérzate pues, y envalentónate para guardar y hacer conforme a toda la ley, según te mandó Moisés, el niño mío, y no te desviarás de ella a diestra ni a siniestra, para que aciertes en todo lo que hicieres.


Y después de esto, así leyó Josué todas las palabras de esta ley: las bendiciones y las maldiciones, según todo lo escrito en la Ley de Moisés.


Bienaventurados los que lavan sus estolas, para que sea su potestad sobre el leño de la vida; y, para que por las puertas entren en la ciudad.


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