Ester 10:1 - Biblia Jünemann Septuaginta en español1 El sueño de Mardoqueo Y dispuso el rey tributos sobre el reino, así de la tierra como del mar. Tan-awa ang kapituloDugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 19601 El rey Asuero impuso tributo sobre la tierra y hasta las costas del mar. Tan-awa ang kapituloBiblia Nueva Traducción Viviente1 El rey Jerjes impuso un tributo en todo su imperio, incluso hasta las costas lejanas. Tan-awa ang kapituloBiblia Católica (Latinoamericana)1 El rey Asuero estableció un impuesto en los países continentales y en las islas del mar. Tan-awa ang kapituloLa Biblia Textual 3a Edicion1 E impuso el rey Asuero un tributo sobre la tierra, y sobre las islas del mar. Tan-awa ang kapituloBiblia Serafín de Ausejo 19751 El rey Asuero impuso un tributo al país y a las islas del mar. Tan-awa ang kapitulo |
Sueño de Mardoqueo. Convite. Sueño. El año segundo del reinado de Artajerjes(a) el gran rey, el primero de Nisán, tuvo un sueño Mardoqueo, hijo de Jairo, de Semeías, de Quisayo, de la tribu de Benjamín, hombre judío, que habitaba en Susa, la ciudad, hombre grande, sirviendo en la corte del rey. Mas era de la cautividad que cautivó Nabucodonosor rey de Babilonia, de Jerusalén, con Jeconías, el rey de la Judea. Y éste su sueño: Y he aquí voces y tumulto y truenos y temblor y conturbación sobre la tierra; y he aquí dos dragones grandes, prontos adelantáronse ambos a luchar. Y se hizo de ellos voz grande, y a la voz de ellos aprontóse toda la gente a la guerra, para guerrear contra la nación de los justos. Y he aquí día de tinieblas y calígine; tribulación y angustia, aflicción y conturbación grande sobre la tierra y conturbóse toda la gente justa, temerosos de los propios males; y se aprontaron a perecer; y clamaron a Dios. Y, al clamor de ellos, nació, al modo que, de una pequeña fuente se convierte en un río grande, con mucha agua; y luz y sol salió, y los humildes fueron exaltados, y devoraron a los gloriosos. Y, despertando Mardoqueo, el que había visto este sueño, y qué Dios había determinado hacer, teníalo en el corazón y a toda costa quería conocerlo, hasta la noche. Y reposó Mardoqueo en la corte, con Gabatá y Tarsa, los dos eunucos del rey, los que custodiaban la corte, y oyó sus consideraciones; y sus proyectos escudriñó; y supo que preparan sus manos para apoderarse de Artajerjes el rey. E informó al rey acerca de ellos; y examinó el rey a los dos eunucos, y, confesando, fueron ajusticiados. Y escribió el rey estas palabras para memorial; y Mardoqueo escribió acerca de estas palabras; y ordenó el rey a Mardoqueo servir en la corte y diole dádivas por esto. Y era Amán de Amadatí, Bugeo, de gran crédito ante la faz del rey, y buscaba cómo hacer mal a Mardoqueo y a su pueblo, por la denuncia de los dos eunucos del rey. Y aconteció después de estas palabras, que en los días de Artajerjes, este Artajerjes, dominó desde la India, a ciento veintisiete regiones.