Esdras 3:2 - Biblia Jünemann Septuaginta en español2 Y levantóse Josué, hijo de Yosedec y sus hermanos sacerdotes; y Zorobabel, hijo de Salatiel y sus hermanos, y edificaron el altar del Dios de Israel, para ofrecer en él holocaustos, según lo escrito en la ley de Moisés, hombre de Dios. Tan-awa ang kapituloDugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 19602 Entonces se levantaron Jesúa hijo de Josadac y sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel hijo de Salatiel y sus hermanos, y edificaron el altar del Dios de Israel, para ofrecer sobre él holocaustos, como está escrito en la ley de Moisés varón de Dios. Tan-awa ang kapituloBiblia Nueva Traducción Viviente2 Entonces Jesúa, hijo de Jehosadac, se unió a sus hermanos sacerdotes y a Zorobabel, hijo de Salatiel, con su familia, para reconstruir el altar del Dios de Israel. Querían sacrificar ofrendas quemadas sobre el altar, según las instrucciones de la ley de Moisés, hombre de Dios. Tan-awa ang kapituloBiblia Católica (Latinoamericana)2 Josué hijo de Yosadac y sus hermanos sacerdotes, Zorobabel hijo de Sealtiel y sus hermanos, se juntaron para reconstruir el altar del Dios de Israel y ofrecer en él holocaustos tal como está escrito en la ley de Moisés, el hombre de Dios. Tan-awa ang kapituloLa Biblia Textual 3a Edicion2 Entonces se levantó Jesúa ben Josadac, y sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel ben Salatiel, con sus hermanos, y edificaron el altar del Dios de Israel, para hacer subir sobre él holocaustos, como está escrito en la Ley de Moisés, varón de Dios. Tan-awa ang kapituloBiblia Serafín de Ausejo 19752 Entonces Josué, hijo de Josadac, con sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Sealtiel, con sus hermanos, se pusieron a reconstruir el altar del Dios de Israel, para ofrecer en él holocaustos, según está escrito en la ley de Moisés, hombre de Dios. Tan-awa ang kapitulo |
Y en el año segundo de venir ellos a casa de Dios en Jerusalén, en mes segundo, comenzó Zorobabel, hijo de Salatiel, y Josué, hijo de Josedec, y los restantes de los hermanos de ellos, los sacerdotes y los levitas, y todos los venidos del cautiverio, a Jerusalén; y constituyeron a los levitas, de veinte años arriba, para vigilar los que hacían las obras en casa del Señor.
Contra la negligencia en la reedificación del templo, y el castigo de ella En el segundo año, bajo Darío, el rey, en el mes sexto, a primero del mes, fue hecha la palabra del Señor en manos de Ageo, el profeta, diciendo: «Di a Zorobabel, el de Salatiel, de la tribu de Judá, y a Jesús, el de Josedec, el sacerdote, el grande, diciendo: