Biblia Todo Logo
Online nga Bibliya

- Mga paanunsiyo -





Daniel 10:12 - Biblia Jünemann Septuaginta en español

12 Y me dijo: «No temas, Daniel; pues, desde el día, el primero, que diste tu rostro a entender y humillarte delante del Señor, tu Dios, ha sido escuchada tu palabra; y yo he venido a tu palabra.»

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

12 Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Entonces dijo: «No tengas miedo, Daniel. Desde el primer día que comenzaste a orar para recibir entendimiento y a humillarte delante de tu Dios, tu petición fue escuchada en el cielo. He venido en respuesta a tu oración;

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Luego añadió: 'No tengas miedo, Daniel, porque desde el primer día en que trataste de comprender y de humillarte ante la mirada de tu Dios, tus palabras fueron escuchadas y por eso vine yo en persona'.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

La Biblia Textual 3a Edicion

12 Me dijo: Daniel, no temas, porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras, y a causa de tus palabras he venido.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Él prosiguió: 'No temas, Daniel, porque desde el primer día en que intentaste comprender y te humillaste ante tu Dios, fueron oídas tus palabras, y por causa de ellas he venido yo a ti.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha




Daniel 10:12
26 Cross References  

(68:13) Y he encorvado, en ayuno, mi alma; y ha sido hecho(a) en oprobio para mí.


Consolaos, los pusilánimes del pensar; confortaos; no temáis. He aquí nuestro Dios juicio retribuye y retribuirá; él vendrá y nos salvará.


No temas; que contigo soy; no yerro; pues yo soy tu Dios; que te he fortalecido, y ayudádote y asegurádote con la diestra la justa, mía.


Jacob pequeñuelo Israel; yo te he ayudado, dice Dios, el que te redime, Israel.


entonces clamarás y Dios te escuchará; aun hablando tú, dirá: «Heme aquí». Si quitares de ti la atadura(a) y estiramiento de mano(b) y palabra de murmuración;


Y será: antes de clamar ellos, yo les escucharé; aún hablando ellos, diré: «¿Qué es?».


Y me dijo: «Daniel, hombre compasivo eres; atiende a los mandatos que yo hablo a ti, y está en tu lugar; pues acabo de ser enviado a ti.» Y al hablar él conmigo este mandato, me estuve temblando.


y díjome: «Hombre pasible(f) eres; no temas: sana; envalentónate y recóbrate.» Y, hablando él conmigo, me recobré y dije: «Hable, mi señor, pues me ha confortado.»


Y será esto para vosotros ley sempiterna: en el mes el séptimo, el diez del mes, humillaréis vuestras almas(c) y toda obra no haréis, el indígena y el advenedizo el que peregrina entre vosotros.


Sábado de sábados este reposo será para vosotros; y humillaréis vuestras almas: ley sempiterna.


Y el diez de este mes, convocación santa tendréis y afligiréis vuestras almas, y toda obra no haréis.


Entonces díceles Jesús: «No temáis; id, anunciad a mis hermanos que se retiren a la Galilea, y allí me verán».


Mas, el ángel dijo a las mujeres: «No temáis vosotras; pues sé que a Jesús el crucificado buscáis.


Mas él díceles: «No os arrobéis: a Jesús buscáis, al Nazareno, al crucificado: resucitó; no está aquí; he aquí el lugar donde le pusieron.


Y dijo a él el ángel: «No temas, Zacarías, porque escuchada ha sido tu plegaria, y tu mujer, Elisabet, te parirá hijo, y llamarás su nombre Juan;


Y dijo el ángel a ella: «No temas, María; porque has hallado gracia delante de Dios.


Y díjoles el ángel: «No os atemoricéis; pues he aquí, evangelízoos gozo grande, el que será para todo el pueblo;


Y díjoles: «¿Qué? ¿turbados estáis? Y, ¿qué pensamientos suben a vuestro corazón?


diciendo: «No temas, Pablo; a César debes presentarte; y he aquí te ha agraciado(i) Dios todos los que navegan contigo.


Y, cuando le vi, caí ante sus pies como muerto; y puso su diestra sobre mí, diciendo: «No temas: yo soy el primero y el último,


Sunda kami:

Mga paanunsiyo


Mga paanunsiyo