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Proverbios 3:32 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

32 Porque el perverso es abominado del SEÑOR; mas su secreto es con los rectos.

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

32 Porque Jehová abomina al perverso; Mas su comunión íntima es con los justos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 El Señor detesta a esa gente perversa; en cambio, ofrece su amistad a los justos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

32 porque Yavé tiene horror de la gente sin conciencia, pues su amistad es para con los justos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 Porque YHVH aborrece al perverso, Y su íntima comunión es con los rectos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 pues Yahveh aborrece a los perversos y pone su confianza en los justos.

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Proverbios 3:32
16 Cross References  

como fue en los días de mi juventud, cuando Dios era familiar en mi tienda;


Con el limpio serás limpio, y con el perverso serás adversario.


Nun El secreto del SEÑOR es para los que le temen; y a ellos hará conocer su pacto.


Abominación son al SEÑOR los perversos de corazón; mas los perfectos de camino le son agradables.


El corazón conoce la amargura de su alma; y extraño no se entremeterá en su alegría.


El que justifica al impío, y el que condena al justo, ambos por igual son abominación al SEÑOR.


El temor del SEÑOR es aborrecer el mal; la soberbia, la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco.


He aquí que vosotros sois nada, y vuestras obras de vanidad; abominación el que os escogió.


En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que hayas escondido esto de los sabios y de los entendidos, y lo hayas revelado a los niños.


Y él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros es concedido saber los misterios del Reino de los cielos; mas a ellos no es concedido.


Y les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.


Ya no os diré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; mas os he dicho amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he hecho notorias.


El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si viene de Dios, o si yo hablo de mí mismo.


El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Al que venciere, daré a comer del Maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita un Nombre nuevo escrito, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.


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