Números 35:22 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

²² Mas si casualmente lo empujó sin enemistades, o echó sobre él cualquier instrumento sin asechanzas,

Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

²² Mas si casualmente lo empujó sin enemistades, o echó sobre él cualquier instrumento sin asechanzas,

Biblia Nueva Traducción Viviente

²² »Ahora bien, supongamos que alguien empuja a otro sin enemistad previa, o lanza algo que, sin intención, golpea a otro,

Biblia Católica (Latinoamericana)

²² Pero si lo hirió por inadvertencia y sin enemistad, o si le lanzó cualquier objeto sin mala intención,

La Biblia Textual 3a Edicion

²² Pero si casualmente, sin enemistad, lo empuja o lanza sobre él cualquier objeto sin premeditación,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²² Mas si casualmente, y sin odio, lo tira al suelo, o le arroja algún objeto sin mala intención,

Números 35:22 Cross References

Éxodo 21:13

Mas el que no armó asechanzas, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te pondré lugar al cual ha de huir.

Números 35:11

os señalaréis ciudades, ciudades de acogimiento tendréis, donde huya el homicida que hiriere a alguno por yerro.

Números 35:20

Y si con odio lo empujó, o echó sobre él alguna cosa por asechanzas, y muere;

Números 35:21

o por enemistad lo hirió con su mano, y murió; el heridor morirá; es homicida; el pariente del muerto matará al homicida, cuando lo encontrare.

Números 35:23

o bien, sin verlo, hizo caer sobre él alguna piedra, de que pudo morir, y muriere, y él no era su enemigo, ni procuraba su mal;

Deuteronomio 19:5

y el que fue con su prójimo al monte a cortar leña, y poniendo fuerza con su mano en el hacha para cortar algún leño, saltó el hierro del cabo, y encontró a su prójimo, y murió; aquél huirá a una de estas ciudades, y vivirá.

Josué 20:3

para que se acoja allí el homicida que matare a alguno por yerro y no a sabiendas; que os sean por acogimiento del vengador de la sangre del muerto .

Josué 20:5

Y cuando el vengador de la sangre le siguiere, no entregarán en su mano al homicida, por cuanto hirió a su prójimo por yerro, ni tuvo con él antes enemistad.