Levítico 14:29 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

²⁹ Y lo que sobrare del aceite que el sacerdote tiene en su mano, lo pondrá sobre la cabeza del que se purifica, para reconciliarlo delante del SEÑOR.

Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁹ Y lo que sobre del aceite que el sacerdote tiene en su mano, lo pondrá sobre la cabeza del que se purifica, para reconciliarlo delante de Jehová.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁹ El sacerdote untará el resto del aceite que le quede en la mano sobre la cabeza del que está siendo purificado. Mediante este proceso, el sacerdote purificará a la persona ante el Señor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁹ Derramará el resto del aceite que le quede en la mano sobre la cabeza del que se purifica, haciendo reparación por él ante Yavé.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁹ Y el resto del aceite que está sobre la palma del sacerdote, lo pondrá sobre la cabeza del que ha sido purificado, para hacer expiación a favor de él en presencia de YHVH.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁹ El sacerdote pondrá el aceite que todavía le quede en la palma de la mano sobre la cabeza del que ha de purificarse y celebrará el rito de la expiación por él ante Yahveh.

Levítico 14:29 Cross References

Levítico 14:18

y lo que quedare del aceite que tiene en su mano, pondrá sobre la cabeza del que se purifica; y así lo reconciliará el sacerdote delante del SEÑOR.

Levítico 14:20

Y hará subir el sacerdote el holocausto y el presente sobre el altar, y así lo reconciliará el sacerdote, y será limpio.

Levítico 14:28

También el sacerdote pondrá del aceite que tiene en su mano sobre la ternilla de la oreja derecha del que se purifica, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho, en el lugar de la sangre de la expiación por la culpa.

Levítico 14:30

Asimismo ofrecerá una de las tórtolas, o de los palominos, lo que alcanzare su mano.

Juan 17:19

Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.

1 Juan 5:6

Este es Jesús, el Cristo, que vino por agua y sangre; no por agua solamente, sino por agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.