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Jeremías 32:10 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

10 Y escribí la carta, y la sellé, e hice atestiguar a testigos, y pesé el dinero con balanza.

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

10 Y escribí la carta y la sellé, y la hice certificar con testigos, y pesé el dinero en balanza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Firmé y sellé la escritura de compra delante de testigos, pesé la plata y le pagué.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Después hice la escritura de compra y la sellé, busqué unos testigos y pesé la plata en una balanza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Y escribí el contrato, lo sellé, lo hice certificar con testigos, y le pesé el dinero en balanza.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Escribí el documento, lo sellé, requerí testigos y pesé el dinero en la balanza.

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Jeremías 32:10
23 Cross References  

Entonces Abraham se convino con Efrón, y pesó Abraham a Efrón el dinero que dijo, oyéndolo los hijos de Het, cuatrocientos siclos de plata, corrientes por los mercaderes.


Y quedó la heredad y la cueva que en ella había , de Abraham, en heredad de sepultura comprada de los hijos de Het.


Tienes sellada en manojo mi prevaricación, y enmiendas a mi iniquidad.


Ponme como un sello sobre tu corazón, como un signo sobre tu brazo; porque fuerte es como la muerte el amor; duro como el sepulcro el celo; sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.


Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos; y asiéntala en un libro, para que quede hasta el postrero día, para siempre, por todos los siglos.


Este dirá: Yo soy del SEÑOR; el otro se llamará del nombre de Jacob; el otro escribirá con su mano, al SEÑOR, otro se pondrá por sobrenombre, Israel.


Y di la carta de venta a Baruc hijo de Nerías, hijo de Maasías, delante de Hanameel el hijo de mi tío, y delante de los testigos que habían suscrito en la carta de venta, delante de todos los judíos que estaban en el patio de la guarda.


Y tú Señor DIOS me dijiste a mí: Cómprate la heredad por dinero, y pon testigos; y la ciudad es entregada en manos de los caldeos.


Heredades comprarán por dinero, y harán carta, y la sellarán, y pondrán testigos, en tierra de Benjamín y en los contornos de Jerusalén, y en las ciudades de Judá; y en las ciudades de las montañas, y en las ciudades de los campos, y en las ciudades que están al Mediodía; porque yo haré tornar su cautividad, dice el SEÑOR.


Y la visión de la tarde y la mañana que está dicha, es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días.


Y yendo ellos, aseguraron el sepulcro con guardia, sellando la piedra.


El que recibe su testimonio, éste ha puesto su sello que Dios es Verdadero.


Trabajad no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará; porque a éste señaló el Padre, que es Dios.


el cual también nos selló, y nos dio la prenda del Espíritu en nuestros corazones.


En el cual esperásteis también vosotros oyendo la Palabra de Verdad, el Evangelio de vuestra salud; en el cual también desde que creísteis, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa,


Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención.


¿No tengo yo esto guardado, sellado en mis tesoros?


Fueron pues aquellos varones y pasearon la tierra, dibujándola por ciudades en siete partes en un libro, y tornaron a Josué al campo en Silo.


Y vi otro ángel que subía del nacimiento del sol, teniendo el sello del Dios vivo; y clamó con gran voz a los cuatro ángeles, a los cuales era dado hacer daño a la tierra y al mar,


Y les fue mandado que no hiciesen daño a la hierba de la tierra, ni a ninguna cosa verde, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tienen la señal de Dios en sus frentes.


Y Booz subió a la puerta y se sentó allí: y he aquí pasaba aquel redentor del cual Booz había hablado, y le dijo: Eh, fulano, ven acá y siéntate. Y él vino, y se sentó.


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