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Efesios 4:24 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

24 y vestir el nuevo hombre que es creado conforme a Dios en justicia y en santidad de la verdad.

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Revístanse, pues, del hombre nuevo, el hombre según Dios que él crea en la verdadera justicia y santidad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 vestidos ya del nuevo hombre,° que fue creado según Dios° en la justicia y santidad de la verdad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 y os revistáis del hombre nuevo, que ha sido creado a imagen de Dios en justicia y santidad de la verdad.

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Efesios 4:24
30 Cross References  

Este es el libro de la descendencia de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a la semejanza de Dios lo hizo;


Me vestía de justicia, y ella me cubría como un manto; y mi diadema era juicio.


Despiértate, despiértate, vístete tu fortaleza, oh Sion; vístete tus ropas de hermosura, oh Jerusalén, ciudad santa, porque nunca más acontecerá, que venga en ti incircunciso, ni inmundo.


Y se vistió de justicia, como de loriga, con capacete de salud en su cabeza; y se vistió de vestido de venganza por vestidura, y se cubrió de celo como de manto,


en santidad y en justicia delante de él, todos los días de nuestra vida.


Santifícalos en tu verdad; tu palabra es la Verdad.


Y no os conforméis a este siglo; mas trasformaos por la renovación de vuestra alma, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.


La noche ha pasado, y ha llegado el día; echemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz,


mas vestíos del Señor Jesús, el Cristo; y no hagáis caso de la carne en sus deseos.


Porque somos sepultados juntamente con él a muerte por el bautismo; para que como el Cristo resucitó de los muertos a gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.


Pero ahora somos libres de la ley de la muerte en la cual estábamos detenidos, para que sirvamos en novedad de Espíritu, y no en vejez de letra.


Porque a los que antes conoció, también les señaló desde antes el camino para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el Primogénito entre muchos hermanos;


Porque es necesario que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y esto mortal sea vestido de inmortalidad.


Por tanto nosotros todos, puestos los ojos como en un espejo en la gloria del Señor con cara descubierta, somos transformados de gloria en gloria en la misma semejanza, como por el Espíritu del Señor.


Por tanto, no faltamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior sin embargo se renueva de día en día.


De manera que si alguno es en Cristo, son nueva creación; las cosas viejas pasaron; he aquí todo es hecho nuevo.


Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis vestidos.


Porque en Cristo Jesús, ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino la nueva criatura.


Porque somos hechura suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas.


deshaciendo en su carne las enemistades, que eran la ley de los mandamientos en orden a ritos, para edificar en sí mismo los dos en un nuevo hombre, haciendo la paz,


Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.


Que se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y limpiar para sí un pueblo propio, seguidor de buenas obras.


Mas al Hijo: Tu trono, oh DIOS; por el siglo del siglo; vara de equidad la vara de tu Reino;


Seguid la paz con todos; y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor:


desead, como niños recién nacidos, la leche racional, y que es sin engaño, para que por ella crezcáis en salud,


por las cuales nos son dadas preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas fueseis hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que está en el mundo por la concupiscencia.


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