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Eclesiastés 5:2 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

2 No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

2 No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 No hagas promesas a la ligera y no te apresures a presentar tus asuntos delante de Dios. Después de todo, Dios está en el cielo, y tú estás aquí en la tierra. Por lo tanto, que sean pocas tus palabras.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Si estás muy preocupado, te pones a soñar; si prometes demasiado, dirás lo que no conviene.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 No te des prisa con tu boca, ni se apresure tu corazón a proferir palabra ante Ha-’Elohim, porque Ha-’Elohim está en los cielos y tú en la tierra, por tanto, sean pocas tus palabras.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 De los muchos afanes nacen los sueños, y de las muchas palabras las necedades.

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Eclesiastés 5:2
21 Cross References  

Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza;


Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: Por ventura se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta.


Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: Por ventura se hallarán allí diez. Respondió, No la destruiré, por diez.


E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje donde voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir,


y esta piedra que he puesto por título, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, la décima parte lo he de apartar para ti.


Y nuestro Dios está en los cielos, todo lo que quiso ha hecho.


En las muchas palabras no falta rebelión; mas el que refrena sus labios es prudente.


Lazo es al hombre el devorar lo santo, y andar pesquisando después de los votos.


Las palabras de la boca del sabio son gracia; mas los labios del loco lo echan a perder.


El comienzo de las palabras de su boca es locura; y el fin de su charla nocivo desvarío.


Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del loco.


Porque los sueños abundan, y las vanidades y las palabras son muchas; mas tú teme a Dios.


Como son más altos los cielos que la tierra, así son más altos mis caminos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.


También la persona que jurare, pronunciando con sus labios hacer mal o bien, en cualesquiera cosas que el hombre profiere con juramento, y él no lo supiere; si después lo entiende, será culpado en una de estas cosas .


Y orando, no seáis prolijos, como los mundanos que piensan que por su palabrería serán oídos.


Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre.


Y le juró: Todo lo que me pidieres te daré, hasta la mitad de mi reino.


Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, que también puede con freno gobernar todo el cuerpo.


Y Jefté hizo voto al SEÑOR, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos,


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