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2 Reyes 8:11 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

11 Y el varón de Dios le miró fijamente, y se estuvo así hasta avergonzarse; y lloró el varón de Dios.

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

11 Y el varón de Dios le miró fijamente, y estuvo así hasta hacerlo ruborizarse; luego lloró el varón de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Eliseo se quedó mirando a Hazael tan fijamente que Hazael se sintió incómodo. Entonces el hombre de Dios se puso a llorar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Entonces el rostro del hombre de Dios se contrajo y su mirada quedó fija, poniéndose después a llorar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Y lo miró fijamente hasta que se avergonzó. Entonces el varón de Dios rompió a llorar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 El varón de Dios, demudado el rostro, se quedó totalmente paralizado y luego rompió a llorar.

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2 Reyes 8:11
15 Cross References  

Entonces dio su voz con lloro; y oyeron los egipcios, y oyó también la casa del Faraón.


En los días de Peka rey de Israel, vino Tiglat-pileser rey de los Asirios, y tomó a Ijón, Abel-bet-maaca, y Janoa, y Cedes, y Hazor, y Galaad, y Galilea, y toda la tierra de Neftalí; y los trasportó a Asiria.


Mas ellos le importunaron, hasta que avergonzándose, dijo: Enviad. Entonces ellos enviaron cincuenta hombres, los cuales lo buscaron tres días, mas no lo hallaron.


Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.


Mas si no oyereis esto, en secreto llorará mi alma a causa de vuestra soberbia; y llorando amargamente, se desharán mis ojos en lágrimas, porque el rebaño del SEÑOR fue cautivo.


Les dirás, pues, esta palabra: Derramen mis ojos en lágrimas noche y día, y no cesen; porque de gran quebrantamiento es quebrantada la virgen hija de mi pueblo, de plaga muy recia.


¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las telas de mi corazón; mi corazón ruge dentro de mí; no callaré; porque voz de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra.


¡Oh, si mi cabeza se tornase aguas, y mis ojos fuentes de aguas, para que llore día y noche los muertos de la hija de mi pueblo!


y dense prisa, y levanten llanto sobre nosotros, y córranse nuestros ojos en lágrimas, y nuestros párpados en aguas se destilen.


Y como llegó cerca viendo la ciudad, lloró sobre ella,


sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y tentaciones que me han venido por las asechanzas de los judíos;


Por tanto, velad, acordándoos que por tres años de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno de vosotros.


que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón.


Porque muchos andan, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos del madero del Cristo,


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