2 Reyes 2:16 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras16 Y le dijeron: He aquí hay con tus siervos cincuenta varones fuertes; vayan ahora y busquen a tu señor; por ventura lo ha levantado el espíritu del SEÑOR, y lo ha echado en algún monte o en algún valle. Y él les dijo: No enviéis. Tan-awa ang kapituloDugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 196016 Y dijeron: He aquí hay con tus siervos cincuenta varones fuertes; vayan ahora y busquen a tu señor; quizá lo ha levantado el Espíritu de Jehová, y lo ha echado en algún monte o en algún valle. Y él les dijo: No enviéis. Tan-awa ang kapituloBiblia Nueva Traducción Viviente16 —Señor —le dijeron—, usted tan solo dé la orden y cincuenta de nuestros hombres más fuertes buscarán a su amo por todo el desierto. Tal vez el Espíritu del Señor lo haya dejado en alguna montaña o en algún valle. —No —respondió Eliseo—, no los manden. Tan-awa ang kapituloBiblia Católica (Latinoamericana)16 Le dijeron: 'Hay aquí entre tus servidores cincuenta hombres valerosos. Permíteles que salgan en busca de tu maestro. A lo mejor el Espíritu de Yavé lo ha tomado y depositado en algún cerro o en uno de los valles'. Pero él les respondió: '¡No, no manden a nadie!' Tan-awa ang kapituloLa Biblia Textual 3a Edicion16 Y le dijeron: He aquí, ahora hay con tus siervos cincuenta hombres fuertes; permite que vayan, te rogamos, y busquen a tu señor, no sea que el Espíritu de YHVH lo haya levantado y echado en algún monte o en algún valle. Pero él respondió: No los enviéis. Tan-awa ang kapituloBiblia Serafín de Ausejo 197516 Luego le dijeron: 'Mira, entre tus siervos hay cincuenta hombres valerosos; deja que vayan a buscar a tu señor, no sea que el espíritu de Yahveh lo haya tomado y lo haya arrojado en algún monte o algún valle'. Él les respondió: '¡No los enviéis!'. Tan-awa ang kapitulo |
Y aquella semejanza extendió la mano, y me tomó por las guedejas de mi cabeza; y el Espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén, a la entrada de la puerta de adentro que mira hacia el aquilón, donde estaba la habitación de la imagen del celo, la que hacía celar.