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1 Samuel 26:20 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

20 No caiga, pues, ahora mi sangre en tierra delante del SEÑOR; porque ha salido el rey de Israel a buscar una pulga, así como quien persigue una perdiz por los montes.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

20 No caiga, pues, ahora mi sangre en tierra delante de Jehová, porque ha salido el rey de Israel a buscar una pulga, así como quien persigue una perdiz por los montes.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 ¿Debo morir en tierra extranjera, lejos de la presencia del Señor? ¿Por qué el rey de Israel ha salido a buscar a una sola pulga? ¿Por qué me persigue como a una perdiz en las montañas?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Y el rey de Israel organiza expediciones para cazar a un hombre como si se tratara de perseguir a una perdiz por los cerros. ¡Que no caiga mi sangre en una tierra extraña, lejos de Yavé!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Ahora pues, no caiga a tierra mi sangre lejos de la presencia de YHVH, porque el rey de Israel ha salido a perseguir a esta pulga solitaria, como quien persigue una perdiz por los montes.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Que no caiga ahora mi sangre en tierra, lejos de la faz de Yahveh. El rey de Israel ha salido en busca de una pulga, como se persigue una perdiz en los montes'.

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1 Samuel 26:20
9 Cross References  

He aquí que yo envío muchos pescadores, dice el SEÑOR, y los pescarán; y después enviaré muchos cazadores, y los cazarán de todo monte, y de todo collado, y de las cavernas de los peñascos.


Tsade : Mis enemigos me dieron caza como a ave, sin razón.


Y hablando aún él, he aquí Judas, uno de los doce, vino, y con él muchas personas con espadas y bastones, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los ancianos del pueblo.


En aquella hora dijo Jesús a la multitud: ¿Como a ladrón habéis salido con espadas y con bastones a prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el Templo, y no me prendisteis.


El guarda los pies de sus santos, mas los impíos perecen en tinieblas; porque nadie será valiente por su propia fuerza.


Y mira, padre mío, mira aún la orilla de tu ropa en mi mano; porque yo corté la orilla de tu manto, y no te maté. Conoce, pues, y ve que no hay mal ni traición en mi mano, ni he pecado contra ti; con todo , tú andas a caza de mi vida para quitármela.


¿Tras quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigues? ¿A un perro muerto? ¿A una pulga?


El SEÑOR, pues, será juez, y él juzgará entre mí y ti. El vea, y pleitee mi pleito, y me defienda de tu mano.


Bien que alguien se haya levantado a perseguirte y a buscar tu alma, con todo, el alma de mi señor será ligada en el haz de los que viven con el SEÑOR Dios tuyo, y él arrojará el alma de tus enemigos como de en medio de la palma de una honda.


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