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1 Reyes 8:11 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

11 Y los sacerdotes no pudieron estar para ministrar por causa de la nube; porque la gloria del SEÑOR había llenado la Casa del SEÑOR.

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

11 Y los sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Los sacerdotes no pudieron seguir con la celebración a causa de la nube, porque la gloriosa presencia del Señor llenaba el templo del Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Los sacerdotes no pudieron continuar su servicio litúrgico debido a la nube, porque la Gloria de Yavé ocupaba toda la Casa de Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 y los sacerdotes no pudieron continuar ministrando por causa de la nube, porque la gloria de YHVH había llenado la Casa de YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 de manera que los sacerdotes no pudieron quedarse allí para su ministerio a causa de la nube, pues la gloria de Yahveh había llenado el templo de Yahveh.

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1 Reyes 8:11
22 Cross References  

Y cuando los sacerdotes salieron del santuario, la nube llenó la Casa del SEÑOR.


Entonces dijo Salomón: El SEÑOR ha dicho que él habitaría en la oscuridad (de la nube de su tabernáculo ).


Y no podían los sacerdotes estar para ministrar por causa de la nube; porque la gloria del SEÑOR había llenado la Casa de Dios.


Aparezca en tus siervos tu obra, y tu gloria sobre sus hijos.


Y allí testificaré de mí a los hijos de Israel, y el lugar será santificado con mi gloria.


Entonces una nube cubrió el tabernáculo del testimonio, y la gloria del SEÑOR llenó el tabernáculo.


Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo del testimonio, porque la nube estaba sobre él, y la gloria del SEÑOR lo tenía lleno.


En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.


Y la gloria del SEÑOR se había levantado del querubín al umbral de la puerta; y la Casa fue llena de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria del SEÑOR.


Y he aquí la Gloria del Dios de Israel, que venía hacia el oriente; y su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria.


Y me llevó hacia la puerta del norte por delante de la Casa, y miré, y he aquí, la Gloria del SEÑOR había llenado la Casa del SEÑOR; y caí sobre mi rostro.


Y entraron Moisés y Aarón en el tabernáculo del testimonio; y salieron, y bendijeron al pueblo; y la gloria del SEÑOR se apareció a todo el pueblo.


Entonces Moisés dijo: Esto es lo que mandó el SEÑOR que hagáis, y la gloria del SEÑOR se os aparecerá.


y haré temblar a todos los gentiles, y vendr el Deseado de todos los gentiles; y llenaré esta casa de gloria, dijo el SEÑOR de los ejércitos.


Y aquella Palabra fue hecha carne, y habitó entre nosotros; (y vimos su gloria,) gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.


Más él, estando lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesus que estaba a la diestra de Dios,


que son israelitas, de los cuales es la adopción (como hijos), y la gloria, y los Pactos, y la data de la ley y el culto y las promesas;


Por tanto nosotros todos, puestos los ojos como en un espejo en la gloria del Señor con cara descubierta, somos transformados de gloria en gloria en la misma semejanza, como por el Espíritu del Señor.


Porque el Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la claridad de Dios en la faz del Cristo Jesús.


teniendo la claridad de Dios; y su lumbre era semejante a una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, resplandeciente como cristal.


Y la Ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que resplandezcan en ella; porque la claridad de Dios la ha alumbrado, y el Cordero es su lámpara.


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