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1 Pedro 3:18 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

18 Porque también el Cristo padeció una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Cristo sufrió por nuestros pecados una sola vez y para siempre. Él nunca pecó, en cambio, murió por los pecadores para llevarlos a salvo con Dios. Sufrió la muerte física, pero volvió a la vida en el Espíritu.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Pues Cristo quiso morir por el pecado y para llevarnos a Dios, siendo ésta la muerte del justo por los injustos. Murió por ser carne, y luego resucitó por el Espíritu.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Porque también el Mesías padeció una vez por los pecados, el Justo por los injustos, para llevaros° a Dios; muerto en la carne, pero vivificado en el espíritu;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Porque también Cristo murió de una vez para siempre por los pecados, el justo por los injustos, para llevaros a Dios. Entregado a la muerte según la carne, fue vivificado según el espíritu,

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1 Pedro 3:18
34 Cross References  

Y después de las sesenta y dos semanas el Mesías será muerto, y nada tendrá: (y el pueblo príncipe que ha de venir, destruirá a la ciudad y el santuario; cuyo fin será como avenida de aguas ; hasta que al fin de la guerra sea talada con asolamiento.)


Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí, tu Rey vendrá a ti, Justo y Salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, así sobre un pollino hijo de asna.


un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;


Y estando él sentado en el tribunal, su mujer envió a él, diciendo: No tengas que ver con aquel justo; porque hoy he padecido muchas cosas en sueños por causa de él.


Y viendo Pilato que nada adelantaba, antes se hacía más alboroto, tomando agua se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; veréislo vosotros.


y de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;


Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conocieses su voluntad, y vieses a aquel Justo, y oyeses la voz de su boca.


Mas vosotros al Santo y al Justo negasteis, y pedisteis que se os diese un hombre homicida;


el cual fue declarado Hijo de Dios con potencia, según el Espíritu de santificación, por la resurrección de los muertos), de Jesús, el Cristo, Señor nuestro,


el cual fue entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificación.


por el cual también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes , y nos gloriamos en la esperanza de la gloria (de los hijos) de Dios.


Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó a Jesús el Cristo de los muertos, vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.


Porque lo que era imposible a la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y por el pecado, condenó al pecado en la carne;


No que nos enseñoreemos de vuestra fe, aunque somos ayudadores de vuestro gozo; porque por la fe estáis en pie.


Porque aunque fue colgado en un madero por flaqueza, sin embargo vive por potencia de Dios. Por lo cual también nosotros somos flacos en él, sin embargo viviremos con él por la potencia de Dios en vosotros.


Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.


El cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos de este presente siglo malo, conforme a la voluntad del Dios y Padre nuestro,


Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; (porque está escrito: Maldito cualquiera que es colgado en un madero),


en el cual tenemos seguridad y entrada con confianza por la fe de él.


Que se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y limpiar para sí un pueblo propio, seguidor de buenas obras.


En esa voluntad somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesús, el Cristo, hecha UNA VEZ.


¿cuánto más la sangre del Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirváis al Dios viviente?


De otra manera sería necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo; mas ahora UNA VEZ en la consumación de los siglos, para deshacer el pecado se presentó por el sacrificio de sí mismo.


así también el Cristo es ofrecido una vez para agotar los pecados de muchos; la segunda vez se manifestará para salud a los que sin pecado lo esperan.


Habéis condenado y muerto al justo, y él no os resiste.


en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados,


Pues que el Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también estad armados del mismo pensamiento; que el que ha padecido en la carne, cesó de pecado;


Porque por esto también ha sido predicado el Evangelio a los muertos; para que sean juzgados en carne según los hombres, y vivan en espíritu según Dios.


Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad.


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