Proverbios 7:2 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Cúmplelos, y vivirás; grábalos en tu mente, nunca te olvides de ellos. Cuida mis enseñanzas como a tu propia vida. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Guarda mis mandamientos y vivirás, Y mi ley como las niñas de tus ojos. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Obedece mis mandatos y vive! Guarda mis instrucciones tal como cuidas tus ojos. Biblia Católica (Latinoamericana) Observa mis órdenes y vivirás, guarda mi enseñanza como a la niña de tus ojos. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Guarda mis mandamientos, y vive! ¡Sí! ¡Guarda mi enseñanza como la niña de tus ojos! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Observa mis preceptos y vivirás, sea mi enseñanza como la pupila de tus ojos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Guarda mis mandamientos, y vivirás, y mi ley como la niña de tus ojos. |
Cuídame como a tus propios ojos, pues me atacan los malvados; escóndeme bajo tus alas, pues los que quieren matarme ya me tienen rodeado.
Acepta mis enseñanzas y no te apartes de ellas; cuídalas mucho, que de ellas depende tu vida.
Mi padre me dio este consejo: «Grábate bien lo que te digo, y haz lo que te mando; así tendrás larga vida.
»¡Vengan a mí y presten atención; obedézcanme y vivirán! Yo me uniré a ustedes para siempre, y así cumpliré las promesas que hice a mi amado rey David.
Yo le aseguré: —Dios ha dicho que si Su Majestad obedece, todo saldrá bien y esos judíos no le harán ningún daño.
8-9 (12-13) El Dios todopoderoso me envió a acusar a las naciones que le robaron todo a Jerusalén. Así dice nuestro Dios: «Yo castigaré a todas las naciones que le han hecho daño a mi pueblo. Quien le hace daño a mi pueblo también me lo hace a mí. ¡Yo haré que sus propios esclavos les roben todas sus pertenencias!» Cuando esto suceda, esas naciones sabrán que fue el Dios todopoderoso quien me envió a acusarlas. Él dijo:
»El que me obedece y hace lo que yo mando, demuestra que me ama de verdad. Al que me ame así, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y le mostraré cómo soy en realidad.
»Cuando Dios los encontró, ustedes andaban por el desierto, por tierras barridas por el viento. Pero él los tomó en sus brazos y los cuidó como a sus propios ojos.
A los que dejen de hacer lo malo, Dios los bendecirá, pues les dará el derecho a comer de los frutos del árbol que da vida eterna. Ellos podrán entrar por los portones de la ciudad.