¡Ánimo, pues! ¡Comamos y bebamos alegres, que Dios aprueba lo que hacemos!
Lucas 7:50 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Pero Jesús le dijo a la mujer: «Tú confías en mí, y por eso te has salvado. Vete tranquila.» Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz. Biblia Nueva Traducción Viviente Y Jesús le dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado; ve en paz». Biblia Católica (Latinoamericana) Pero de nuevo Jesús se dirigió a la mujer: 'Tu fe te ha salvado, vete en paz. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Él dijo a la mujer: Ve en paz, tu fe te ha salvado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero él dijo a la mujer: 'Tu fe te ha salvado; vete en paz'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Más Él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz. |
¡Ánimo, pues! ¡Comamos y bebamos alegres, que Dios aprueba lo que hacemos!
»Esos babilonios son muy orgullosos, pero ustedes, que son humildes, vivirán porque confían en mí.
Jesús se dio vuelta, vio a la mujer y le dijo: «Ya no te preocupes, tu confianza en Dios te ha sanado.» Y desde ese momento la mujer quedó sana.
Jesús le dijo: —Puedes irte; estás sano porque confiaste en Dios. En ese momento, el ciego pudo ver de nuevo, y siguió a Jesús por el camino.
Jesús le dijo: —Hija, has sido sanada porque confiaste en Dios. Vete tranquila.
Luego Jesús le dijo al hombre: «¡Levántate y vete! Has quedado sano porque confiaste en mí.»
Jesús le dijo: —¡Muy bien, ya puedes ver! Te has sanado porque confiaste en mí.
Al escuchar las palabras del capitán, Jesús se quedó admirado y les dijo a quienes lo seguían: «En todo Israel no he encontrado a nadie que confíe tanto en mí, como este capitán romano.»
»Por eso, presten mucha atención, porque a los que saben algo acerca de los secretos del reino se les contarán muchísimas cosas más. Pero a los que no saben nada de los secretos del reino, Dios les hará olvidar hasta lo que creen saber.»
porque su única hija, que tenía doce años, se estaba muriendo. Jesús se fue con Jairo. Mucha gente los siguió y se amontonó alrededor de Jesús.
Jesús entonces le dijo a la mujer: —Hija, fuiste sanada porque confiaste en mí. Puedes irte en paz.
Entonces Elí le contestó: —Vete tranquila, y que el Dios de Israel te conceda lo que has pedido.