Mateo se levantó, dejó todo lo que tenía, y lo siguió.
Y dejándolo todo, se levantó y le siguió.
Entonces Leví se levantó, dejó todo y lo siguió.
Leví se levantó, lo dejó todo y empezó a seguirlo.
Y dejándolo todo, se levantó y lo seguía.
Y él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió.
Y dejándolo todo, se levantó, y le siguió.
Los pescadores llevaron las barcas a la orilla, dejaron todo lo que llevaban, y se fueron con Jesús.
Ese mismo día, Mateo ofreció en su casa una gran fiesta en honor de Jesús. Allí estaban comiendo muchos cobradores de impuestos y otras personas.