11-12 (12-13) Tú me prometiste que me iría bien, y que mis descendientes llegarían a ser como la arena del mar, que no se puede contar. ¡Líbrame ahora de mi hermano Esaú! Tengo miedo de que venga y nos ataque a todos».
Génesis 32:6 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual 6 (7) Cuando los mensajeros regresaron, le dijeron a Jacob: «Fuimos y hablamos con su hermano Esaú, y él mismo viene a recibirlo, al frente de cuatrocientos hombres». Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Vinimos a tu hermano Esaú, y él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él. Biblia Nueva Traducción Viviente Después de transmitir el mensaje, los mensajeros regresaron y le informaron a Jacob: «Nos encontramos con su hermano Esaú y ya viene en camino a su encuentro, ¡con un ejército de cuatrocientos hombres!». Biblia Católica (Latinoamericana) He adquirido bueyes, burros, rebaños, mozos y sirvientas. Y ahora quiero avisarte, esperando que me recibirás bien. La Biblia Textual 3a Edicion Y los mensajeros volvieron a Jacob diciendo: Fuimos a tu hermano Esaú, y también él viene a tu encuentro con cuatrocientos hombres. Biblia Serafín de Ausejo 1975 He adquirido bueyes y asnos, ganado menor, siervos y siervas, y he enviado a notificarlo a mi señor, para hallar gracia ante tus ojos''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Vinimos a tu hermano Esaú, y él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él. |
11-12 (12-13) Tú me prometiste que me iría bien, y que mis descendientes llegarían a ser como la arena del mar, que no se puede contar. ¡Líbrame ahora de mi hermano Esaú! Tengo miedo de que venga y nos ataque a todos».
7 (8) Jacob se asustó mucho, así que dividió a su gente y a su ganado en dos grupos,
8 (9) pues pensó: «Si Esaú llega y ataca a uno de los grupos, al menos el otro grupo podrá escapar».
Cuando Jacob vio a lo lejos que Esaú se acercaba con cuatrocientos hombres, repartió a los niños entre Lía, Raquel y las dos esclavas.
Esaú le sugirió: —Permíteme dejarte algunos de mis hombres. Pero Jacob le contestó: —¿Para qué vas a hacer eso? ¡Ya es bastante con que me hayas recibido bien!
Entonces preguntó Esaú: —¿Por qué me enviaste todos esos animales que he encontrado en el camino? —Con ellos espero que me perdones y me trates bien —contestó Jacob.
Siquem, por su parte, les dijo a Jacob y a sus hijos: —Si me consideran digno de casarme con Dina, les daré lo que me pidan.
Los egipcios respondieron: —Señor gobernador: ¡usted nos ha salvado la vida! ¡Denos ahora el privilegio de ser esclavos del rey!
Ese día sabrán lo que sienten los que huyen de un león y se encuentran con un oso. Ese día sabrán lo que sienten los que entran en su casa y los muerde una serpiente al apoyarse en la pared.
Entonces Rut le dijo a Booz: —¡Muchas gracias, señor! Usted es muy bueno conmigo y me ha hecho sentir bien, aunque ni siquiera soy como una de sus criadas.
Y Ana le dijo: —¡Usted sí me comprende! Dicho esto, Ana regresó a comer y dejó de estar triste.