Luego fue al corral, tomó el más gordo de sus terneros, y se lo dio a un sirviente para que lo preparara enseguida.
Génesis 18:8 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Además del ternero, Abraham les ofreció a sus invitados mantequilla y leche. Mientras ellos comían, Abraham se quedó de pie bajo un árbol, atento para servirles. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando la comida estuvo lista, Abraham tomó yogur y leche junto con la carne asada, y sirvió la comida a los hombres. Mientras ellos comían, Abraham los atendía bajo la sombra de los árboles. Biblia Católica (Latinoamericana) Después tomó mantequilla, leche y el ternero ya cocinado y se lo presentó a ellos. El se quedó de pie a su lado, bajo el árbol, mientras comían. La Biblia Textual 3a Edicion Juntamente con el becerro que había aderezado, tomó también cuajada y leche y lo presentó ante ellos, y mientras él se mantenía en pie junto a ellos debajo del árbol, ellos comían. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tomó a continuación cuajada y leche y el ternero aderezado, y lo puso todo delante de ellos. Y mientras ellos comían, se quedó de pie junto a ellos, debajo del árbol. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tomó mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él estaba junto a ellos debajo del árbol; y comieron. |
Luego fue al corral, tomó el más gordo de sus terneros, y se lo dio a un sirviente para que lo preparara enseguida.
Los visitantes le preguntaron: —¿Y dónde está tu esposa? Abraham les respondió: —Está dentro de la tienda.
Lot siguió insistiendo hasta que los ángeles aceptaron quedarse en su casa. Una vez allí, Lot hizo pan y les dio de cenar, y los ángeles comieron.
En aquel tiempo nombramos a los encargados de las bodegas en donde se guardaban las provisiones para el templo de Dios, es decir, las ofrendas, los primeros frutos y los diezmos. Eran las porciones que llegaban de los campos de cada ciudad y que, según la ley, les correspondían a los sacerdotes y sus ayudantes. Los de Judá estaban satisfechos con la tarea que hacían los sacerdotes y sus ayudantes.
¡Qué felices serán cuando llegue el dueño a la casa, en la noche, o en la madrugada! Les aseguro que el dueño hará que sus sirvientes se sienten a la mesa, y él mismo les servirá la comida.
Más bien, le dice: “Prepárame la cena. Quiero que estés atento a servirme, hasta que yo termine de comer y de beber. Ya después podrás comer y beber tú.”
Cuando se sentaron a comer, Jesús tomó el pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio a ellos.
En ese pueblo, unos amigos de Jesús hicieron una cena para él. Lázaro estaba sentado a la mesa con Jesús, y su hermana Marta servía la comida.
y comer y beber con él. Dios no permitió que todos lo vieran. Solo nos lo permitió a nosotros, porque ya nos había elegido para anunciar que Jesús vive.
Hermanos, Dios los llamó a ustedes a ser libres, pero no usen esa libertad como pretexto para hacer lo malo. Al contrario, ayúdense por amor los unos a los otros.
De sus vacas, cabras y ovejas sacaron leche y cuajada; en su mesa se sirvió carne del mejor ganado. Comieron pan del mejor trigo y vino de las mejores uvas.
’Yo estoy a tu puerta, y llamo; si oyes mi voz y me abres, entraré en tu casa y cenaré contigo.
Sin saber que ese hombre era un ángel de Dios, Manoa le dijo: —Quédate a comer con nosotros. Vamos a prepararte un cabrito. Pero el ángel le contestó: —Aunque me quedara, no podría comer la comida que preparen. Si quieren, pueden ofrecérsela a Dios como sacrificio.
Sísara te pidió agua y tú le diste leche para hacerlo caer en un sueño profundo.