Cuando se conocieron las órdenes del rey en las distintas provincias, los judíos se pusieron muy tristes. No comían nada, lloraban amargamente, y la mayoría de ellos se acostó sobre ceniza y se puso ropa áspera.
Ester 4:6 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Hatac fue hasta la plaza de la ciudad, que estaba frente a la entrada del palacio, y allí le preguntó a Mardoqueo Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Salió, pues, Hatac a ver a Mardoqueo, a la plaza de la ciudad, que estaba delante de la puerta del rey. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Hatac salió a buscar a Mardoqueo a la plaza, frente a la puerta del palacio. Biblia Católica (Latinoamericana) Fue, pues, Hatac a encontrarse con Mardoqueo en la plaza de la ciudad, frente a la Puerta. La Biblia Textual 3a Edicion Salió pues Hatac hacia Mardoqueo, a la plaza de la ciudad, que estaba delante de la puerta real. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Salió Hatac hacia donde estaba Mardoqueo, a la plaza de la ciudad que había delante de la puerta del rey. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Salió, pues, Atac a Mardoqueo, a la plaza de la ciudad que estaba delante de la puerta del rey. |
Cuando se conocieron las órdenes del rey en las distintas provincias, los judíos se pusieron muy tristes. No comían nada, lloraban amargamente, y la mayoría de ellos se acostó sobre ceniza y se puso ropa áspera.
Luego Ester llamó a Hatac, uno de los guardias que el rey había puesto a su servicio, y le ordenó que fuera a preguntarle a Mardoqueo qué le pasaba.
qué le pasaba. Mardoqueo le dijo que Amán había prometido entregar mucho dinero a la tesorería del rey, a cambio de la destrucción de los judíos.
Mientras bebían vino, el rey le volvió a preguntar a Ester: —¿Dime qué deseas, reina Ester? Hasta la mitad de mi reino te daría, si me lo pidieras.
Entonces el rey le comentó a la reina Ester: —En la ciudad de Susa los judíos han matado a quinientos hombres, incluyendo a los diez hijos de Amán. ¡Sin duda, en el resto del reino habrán hecho algo parecido! ¿Qué más deseas? Pídeme lo que quieras, que yo te lo concederé.