»¡Que se presenten ahora los sabios que te han dado consejos! ¡Que traten de salvarte los que miran a los astros para anunciarte el futuro!
Daniel 2:10 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Los sabios se defendieron: —Nunca ningún rey, por más poderoso que fuera, les ha pedido a sus sabios y adivinos responder a algo tan difícil. Ni hay nadie en el mundo capaz de adivinar lo que Su Majestad quiere saber. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Los caldeos respondieron delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey; además de esto, ningún rey, príncipe ni señor preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo. Biblia Nueva Traducción Viviente Los astrólogos respondieron al rey: —¡No hay nadie en la tierra que pueda decirle al rey lo que soñó! ¡Y ningún rey, por grande y poderoso que sea, jamás pidió tal cosa a sus magos, brujos o astrólogos! Biblia Católica (Latinoamericana) Los astrólogos respondieron al rey: 'No hay nadie en la tierra que pueda hacer lo que el rey pide. Ningún rey, por grande y poderoso que haya sido, le ha pedido semejante cosa a alguno de sus magos, adivinos o astrólogos. La Biblia Textual 3a Edicion Los caldeos respondieron ante el rey y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar lo que pide el rey. Ningún rey, por poderoso que fuera, ha pedido cosa semejante a mago, astrólogo o caldeo alguno. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los caldeos respondieron al rey: 'No hay nadie en el mundo que pueda resolver lo que pretende el rey. Por eso, ningún rey, por grande y poderoso que fuera, preguntó jamás cosa semejante a ningún mago, adivino o caldeo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Los caldeos respondieron delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey; pues ningún rey, príncipe, o señor, preguntó cosa semejante a ningún mago, ni astrólogo, ni caldeo. |
»¡Que se presenten ahora los sabios que te han dado consejos! ¡Que traten de salvarte los que miran a los astros para anunciarte el futuro!
Y Daniel le contestó: —No hay ningún sabio ni adivino capaz de adivinar lo que Su Majestad quiere saber.
7 (4) Cuando vinieron, les conté mi sueño; pero ninguno pudo decirme lo que significaba.