»Tiemblo ante la tormenta, y siento que el corazón se me sale del pecho.
Daniel 10:11 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Entonces me dijo: “Daniel, levántate y escucha bien lo que voy a decirte. Dios te ama, y por eso me envió a darte este mensaje”. »Mientras el ángel hablaba conmigo, yo me puse de pie, pero seguía temblando. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el hombre me dijo: «Daniel, eres muy precioso para Dios, así que presta mucha atención a lo que tengo que decirte. Ponte de pie, porque me enviaron a ti». Cuando me dijo esto, me levanté, todavía temblando. Biblia Católica (Latinoamericana) El hombre me dijo: 'Daniel, toma en serio las palabras que te digo y manténte de pie, he sido enviado hasta ti porque tú eres amado de Dios'. Cuando me hubo hablado así, pude ponerme de pie aunque seguía temblando. La Biblia Textual 3a Edicion Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie, porque a ti he sido enviado ahora. Y cuando me hubo dicho esa palabra, me puse en pie temblando. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y me dijo: 'Daniel, hombre apreciado, fíjate en las palabras que voy a decirte y ponte de pie en el lugar en que estás, pues ahora he sido enviado a ti'. Mientras me decía estas palabras, me puse de pie, temblando. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y levántate sobre tus pies; porque a ti he sido enviado ahora. Y cuando él hablaba conmigo estas palabras, yo me puse de pie, temblando. |
»Tiemblo ante la tormenta, y siento que el corazón se me sale del pecho.
11 (12) Su Majestad te desea; tu hermosura lo cautiva. Harás todo lo que te pida, pues pronto será tu esposo.
Si en ese país vivieran Noé, Daniel y Job, solo ellos se salvarían, pues eran hombres justos. Yo soy el Dios de Israel, y cumpliré mi palabra.
Era la voz de Dios, y oí que me decía: «Ezequiel, hombre mortal, levántate, que quiero hablar contigo».
Me dijo: “¡No tengas miedo, ni te preocupes de nada! ¡Alégrate y ten valor, pues Dios te ama!” »Y mientras me decía esto, sentí que me volvían las fuerzas. Entonces le dije: “Mi señor, ahora puede usted hablarme, pues ya tengo nuevas fuerzas”.
Las mujeres, temblando de miedo, huyeron de la tumba. Pero no le dijeron nada a nadie porque estaban muy asustadas.
Mientras cenaban, el discípulo favorito de Jesús estaba sentado junto a él.
El discípulo preferido de Jesús estaba siguiendo a Jesús y a Pedro. Ese discípulo era el mismo que había estado cerca de Jesús en la cena de la Pascua, antes de que Jesús fuera clavado en la cruz, y era también el que le había preguntado a Jesús quién lo iba a traicionar.
Levántate, porque me he aparecido ante ti para nombrarte como uno de mis servidores. Quiero que anuncies lo que ahora sabes de mí, y también lo que sabrás después.
Pero levántate y entra en la ciudad, que allí sabrás lo que tienes que hacer.