14 (15) ¡Este es nuestro Dios! ¡Nuestro Dios es un Dios eterno que siempre guiará nuestra vida!
Cantares 2:16 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Mi amado es mío, y yo soy suya; mi amado cuida de su rebaño entre las rosas. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Mi amado es mío, y yo suya; Él apacienta entre lirios. Biblia Nueva Traducción Viviente Mi amado es mío, y yo soy suya. Él apacienta entre los lirios. Biblia Católica (Latinoamericana) Mi amado es para mí,
y yo para mi amado;
lleva a su rebaño a pastar entre los lirios. La Biblia Textual 3a Edicion Ella ¡Mi amado es mío y yo suya! Él pastorea entre los lirios Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mi amado es mío y yo soy suya; del pastor de azucenas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mi amado es mío, y yo soy suya; él apacienta entre lirios. |
14 (15) ¡Este es nuestro Dios! ¡Nuestro Dios es un Dios eterno que siempre guiará nuestra vida!
1 (2) Dios mío, tú eres mi Dios. Con ansias te busco desde que amanece, como quien busca una fuente en el más ardiente desierto.
Cuéntame, amor de mi vida, ¿a dónde llevas tus rebaños? A la hora de la siesta, ¿dónde los haces descansar? No tengo por qué andar como una vagabunda; ¡no tengo por qué buscarte entre los rebaños de tus amigos!
Yo soy una flor de los llanos de Sarón; soy una rosa de los valles.
Tus pechos son dos gacelas, ¡son dos gacelas que pastan entre las rosas!
Mi amado ha venido a su jardín, al huerto de hierbas aromáticas, para juguetear entre las flores y para cortar rosas.
Yo soy de mi amado, y mi amado es mío; mi amado cuida de su rebaño entre las rosas.
11 (12) Ven conmigo, amado mío, acompáñame a los campos. Pasaremos la noche entre flores de azahar.
13 (14) Ya esparcen las mandrágoras la fragancia de sus frutos; hay a nuestra puerta fruta fresca y fruta seca. Amado mío, ¡los frutos más variados los he guardado para ti!
En realidad, también yo he muerto en la cruz, junto con Jesucristo. Y ya no soy yo el que vive, sino que es Jesucristo el que vive en mí. Y ahora vivo gracias a mi confianza en el Hijo de Dios, porque él me amó y quiso morir para salvarme.