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Apocalipsis 6:5 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Cuando el Cordero rompió el tercer sello, oí que decía el tercero de los seres vivientes: «¡Acércate!» Luego vi un caballo negro. El que lo montaba llevaba una balanza en la mano.

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Biblia Reina Valera 1960

Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando el Cordero rompió el tercer sello, oí que el tercer ser viviente decía: «¡Ven!». Levanté la vista y vi un caballo negro, y el jinete llevaba una balanza en la mano.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuando abrió el tercer sello, oí gritar al tercer Ser Viviente: 'Ven. Esta vez el caballo era negro; el que lo montaba tenía una balanza en la mano.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: ¡Sal! Y miré, y he aquí un caballo negro, y el que lo montaba tenía una balanza en su mano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente que decía: 'Ven'. Miré y apareció un caballo negro; su jinete tenía una balanza en la mano.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que estaba sentado sobre él tenía una balanza en su mano.

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Apocalipsis 6:5
11 Cross References  

Tanta es el hambre que tenemos que hasta deliramos.


Encenderás un fuego con estiércol humano en vez de leña, y delante de todos prepararás un pan con la masa. Todos los días, a la misma hora, comerás un cuarto de kilo de ese pan, y beberás medio litro de agua».


Pronto verás que habrá muy poca comida en Jerusalén. Tú y los demás tendrán que conformarse con solo un poco de pan y un poco de agua. Aun así, comerán y beberán esto con mucho miedo y angustia,


Además, los dejaré sin alimentos. La comida será tan escasa, que en un pequeño horno cocerán pan diez mujeres. ¡Ningún pan bastará para calmarles el hambre!


Al primer carro lo jalaban caballos de pelo colorado, al segundo carro lo jalaban caballos de pelo negro,


El carro de los caballos negros va hacia el norte, el de los caballos blancos va hacia el oeste, y el de los caballos pintos va hacia el sur.


Porque los países pelearán unos contra otros, la gente no tendrá qué comer, y en muchos lugares habrá terremotos.


Pero uno de los ancianos me dijo: «No llores más, que ha salido vencedor el heredero del trono de David, a quien se le llama el León de Judá. Solo él tiene la autoridad de romper los siete sellos y de abrir el rollo.»


Y todos ellos cantaban esta nueva canción: «Solo tú mereces tomar el libro y romper sus sellos. Porque fuiste sacrificado, y con tu sangre rescataste para Dios, a gente de toda raza, idioma, pueblo y nación.


En el momento en que el Cordero rompía el primero de los siete sellos, oí que uno de los cuatro seres vivientes decía con voz de trueno: «¡Acércate!»