Después de esto, David consultó a Dios: —¿Puedo regresar a alguno de los pueblos de Judá? Y Dios respondió: —Claro que puedes regresar. Pero David insistió: —¿Y a qué pueblo iré? Y Dios le contestó: —Ve a Hebrón.
2 Samuel 5:23 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual David volvió a consultar a Dios, y Dios le respondió: «No los ataques de frente; rodéalos y atácalos por detrás. Cuando llegues a donde están los árboles de bálsamo, Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y consultando David a Jehová, él le respondió: No subas, sino rodéalos, y vendrás a ellos enfrente de las balsameras. Biblia Nueva Traducción Viviente De nuevo David le preguntó al Señor qué debía hacer. «No los ataques de frente —le contestó el Señor—. En cambio, rodéalos y, cerca de los álamos, atácalos por la retaguardia. Biblia Católica (Latinoamericana) David consultó a Yavé quien le respondió: 'No los ataques de frente, tómalos por la retaguardia, pasa por el lado del bosque. La Biblia Textual 3a Edicion Y David consultó a YHVH, y Él le dijo: No subas, sino rodéalos por detrás, y sal a ellos frente a las balsameras.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Consultó entonces David a Yahveh, que le respondió: 'No subas. Da un rodeo por detrás de ellos y atácalos por el lado de las balsameras. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y consultando David a Jehová, Él le respondió: No subas; sino rodéalos, y vendrás a ellos por delante de los árboles de moras. |
Después de esto, David consultó a Dios: —¿Puedo regresar a alguno de los pueblos de Judá? Y Dios respondió: —Claro que puedes regresar. Pero David insistió: —¿Y a qué pueblo iré? Y Dios le contestó: —Ve a Hebrón.
David volvió a consultar a Dios, y Dios le respondió: «No los ataques de frente; rodéalos y atácalos por detrás. Cuando llegues a donde están los árboles de bálsamo,
Harás con la ciudad y con su rey lo mismo que hiciste con Jericó. Esta vez podrás quedarte con sus bienes y sus animales. Ordena que una parte del ejército se quede al otro lado de la ciudad, para atacarla por sorpresa».
Entonces ustedes saldrán de su escondite para atacar la ciudad; porque nuestro Dios, nos la va a entregar.
¡Esta no es la primera vez que yo consulto a Dios en cuanto a lo que David debe hacer! Además, yo no sabía nada de los problemas que él tiene con usted. Ni yo ni mi familia hemos traicionado a Su Majestad.
le preguntó a Dios: —¿Debo ir a atacar a los filisteos? Y Dios le contestó: —Ve y atácalos. Salva a la ciudad de Queilá.