Los seguidores de Jesús en Antioquía se pusieron de acuerdo para ayudar a los cristianos en la región de Judea, y cada uno dio todo lo que pudo dar.
2 Corintios 2:1 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Como no era mi intención ponerlos tristes, decidí mejor no ir a visitarlos. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Esto, pues, determiné para conmigo, no ir otra vez a vosotros con tristeza. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que decidí que no les causaría tristeza con otra visita dolorosa. Biblia Católica (Latinoamericana) Preferí no volver a visitarlos, si iba a causar otra vez tristezas. La Biblia Textual 3a Edicion Pero determiné conmigo mismo no ir otra vez a vosotros con tristeza. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Me propuse, pues, no haceros una visita que fuera, de nuevo, motivo de tristeza. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Esto, pues, determiné para conmigo, no venir otra vez a vosotros con tristeza. |
Los seguidores de Jesús en Antioquía se pusieron de acuerdo para ayudar a los cristianos en la región de Judea, y cada uno dio todo lo que pudo dar.
Pablo y Bernabé no estaban de acuerdo con eso, y discutieron con ellos. Por esa razón, los de la iglesia de Antioquía les pidieron a Pablo y a Bernabé que fueran a Jerusalén, y que trataran de resolver ese problema con los apóstoles y los líderes de la iglesia en esa ciudad. Pablo y Bernabé se pusieron en camino, y algunos otros seguidores los acompañaron.
Al contrario, decidí hablarles solo de Cristo, y principalmente de su muerte en la cruz.
¿Cómo quieren que vaya a visitarlos? ¿Con un palo en la mano, o con mucho cariño y ternura?
Yo, aunque estoy lejos, siempre me preocupo y pienso en ustedes. Así que, la próxima vez que se reúnan, hagan de cuenta que estoy con ustedes, y recuerden que tienen el poder y la autoridad del Señor Jesús. Por eso, de parte de Jesucristo les digo que ese hombre es culpable,
Si no he ido a visitarlos, ha sido porque los respeto. ¡Que Dios me quite la vida si miento!
Y les escribo antes de ir a verlos, para que tengan tiempo de cambiar, y así no tenga yo que tratarlos con dureza cuando llegue. La autoridad que Dios me ha dado, es para ayudarlos a confiar más en él y no para destruirlos.
Pero cuando les escribí, estaba yo tan triste y preocupado que hasta lloraba. No quería ponerlos tristes; más bien, quería que se dieran cuenta del gran amor que les tengo.
Voy a mandarte a Artemas o a Tíquico. Tan pronto como llegue uno de ellos, haz todo lo posible por venir a visitarme en Nicópolis, porque allí pienso pasar el invierno.