1 (1b) Dios es mi protector, ¡no me digan que huya a los cerros, como si fuera un pájaro!
1 Samuel 23:3 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Sin embargo, los hombres que andaban con David le aconsejaron: —No vayas. Si estando aquí en Judá, que es nuestra tierra, tenemos miedo, con mayor razón si vamos a Queilá y atacamos al ejército filisteo. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Pero los que estaban con David le dijeron: He aquí que nosotros aquí en Judá estamos con miedo; ¿cuánto más si fuéremos a Keila contra el ejército de los filisteos? Biblia Nueva Traducción Viviente Pero los hombres de David le dijeron: —Tenemos miedo incluso aquí en Judá. ¡De ninguna manera queremos ir a Keila para luchar contra todo el ejército filisteo! Biblia Católica (Latinoamericana) Pero los hombres de David le dijeron: '¿No tenemos ya bastante que temer aquí en Judá para que vayamos ahora a buscar a los filisteos en Queila?' La Biblia Textual 3a Edicion Pero los hombres de David le dijeron: Si aquí en Judá vivimos con temor, ¡cuánto más si vamos a Keila contra los escuadrones de los filisteos! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero los hombres de David le dijeron: 'Mira: si ya aquí, en Judá, tenemos miedo, ¿cuánto más si vamos a Queilá contra las huestes de los filisteos?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas los que estaban con David le dijeron: He aquí que nosotros aquí en Judá estamos con miedo; ¿cuánto más si fuéremos a Keila contra el ejército de los filisteos? |
1 (1b) Dios es mi protector, ¡no me digan que huya a los cerros, como si fuera un pájaro!
Dios le respondió a Jeremías: «Tú no estás preparado para discutir conmigo; ¡ni siquiera puedes ganarle un pleito a tus semejantes! Si tienes problemas para ganar un caso fácil, ¿qué te hace pensar que puedes enfrentarte a mí?
Una vez David estaba en Hores, en el desierto de Zif, y llegó a saber que Saúl lo andaba buscando para matarlo.
le preguntó a Dios: —¿Debo ir a atacar a los filisteos? Y Dios le contestó: —Ve y atácalos. Salva a la ciudad de Queilá.
Vean bien dónde se esconde, y regresen a decírmelo. Entonces yo iré con ustedes y, si David está allí, lo atraparé, ¡aunque tenga que buscarlo entre todas las familias de Judá!
Por un lado del cerro iba Saúl, y por el otro iba David. Cuando Saúl y su ejército estaban a punto de alcanzar a David y a su gente,
David volvió a preguntarle a Dios si debía ir o no, y Dios le contestó: «Ya te dije que vayas, pues yo te ayudaré a derrotar a los filisteos».