Como a los tres meses, alguien fue a decirle a Judá: —Seguramente tu nuera Tamar ha tenido relaciones con alguien, pues resulta que está embarazada. Entonces Judá exclamó: —¡Échenla fuera, y quémenla viva!
1 Samuel 14:44 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Saúl le contestó: —¡Jonatán, que Dios me castigue duramente si no mueres! Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y Saúl respondió: Así me haga Dios y aun me añada, que sin duda morirás, Jonatán. Biblia Nueva Traducción Viviente —Sí, Jonatán —dijo Saúl—, ¡debes morir! Que Dios me castigue e incluso me mate si no mueres por esto. Biblia Católica (Latinoamericana) Saúl respondió: '¡Maldígame Dios, y remaldígame si tú no mueres, Jonatán!' La Biblia Textual 3a Edicion Y Saúl respondió: ¡Así me haga ’Elohim y aún me añada, que sin duda morirás, Jonatán! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Replicó Saúl: 'Que Dios me haga esto y me añada lo otro, si tú no mueres, Jonatán'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Saúl respondió: Así me haga Dios y así me añada, que sin duda morirás, Jonatán. |
Como a los tres meses, alguien fue a decirle a Judá: —Seguramente tu nuera Tamar ha tenido relaciones con alguien, pues resulta que está embarazada. Entonces Judá exclamó: —¡Échenla fuera, y quémenla viva!
A la gente que vivía en la ciudad la sacó de allí y la condenó a trabajos forzados. La obligó a usar sierras, picos y hachas de hierro. También la obligó a hacer ladrillos, como lo había hecho con todas las ciudades amonitas que había conquistado. Después de eso, David y su ejército regresaron a Jerusalén.
Al oír esto, David se enojó muchísimo contra el hombre rico y le dijo a Natán: —¿Pero cómo pudo hacer eso? ¡Ese hombre no tiene sentimientos! Te juro por Dios que ahora tendrá que pagarle al pobre cuatro veces más de lo que vale la ovejita. Y además, ¡merece la muerte!
13 (14) Además, el rey envió este mensaje a Amasá: «Tú eres como mi propio hermano. Te juro por Dios que voy a hacerte jefe de todo el ejército, en lugar de Joab».
Pues ahora, ¡que Dios me castigue duramente si no hago que se cumpla la promesa de Dios a David! Porque Dios le prometió
así que se llenó de tristeza al verla, y rompió sus ropas como señal de su desesperación. Le dijo: —¡Ay, hija mía! ¡Qué tristeza me da verte! Y eres tú quien me causa este gran dolor, porque le hice una promesa a Dios y tengo que cumplírsela.
Donde tú mueras moriré, y allí mismo seré enterrada. »Que Dios me castigue si te abandono, pues nada podrá separarnos; ¡nada, ni siquiera la muerte!»
Les juro por Dios que morirá, aunque se trate de mi hijo Jonatán. Pero ninguno le respondió.
Y Elí le preguntó: —¿Qué te dijo Dios? Cuéntamelo todo. Que Dios te castigue si no me lo dices.