Abominación a YHVH es el sacrificio de los impíos, Pero la oración de los rectos es su deleite.
Proverbios 21:27 - La Biblia Textual 3a Edicion Los sacrificios del malvado son abominación, ¡Cuánto más cuando los ofrece con malicia! Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 El sacrificio de los impíos es abominación; ¡Cuánto más ofreciéndolo con maldad! Biblia Nueva Traducción Viviente El sacrificio del malvado es detestable, sobre todo cuando lo ofrece con malas intenciones. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé siente horror por el sacrificio de los malvados, sobre todo si ofrecen con una mala intención. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El sacrificio de los malvados es abominable, y más si se ofrece con mala intención. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El sacrificio de los impíos es abominación: ¡Cuánto más ofreciéndolo con maldad! Biblia Traducción en Lenguaje Actual Dios no soporta a los malvados que le traen ofrendas, y no son sinceros. |
Abominación a YHVH es el sacrificio de los impíos, Pero la oración de los rectos es su deleite.
Al que aparta sus oídos de oír la Ley, Aun su oración le será abominable.
Cuando vayas a la Casa de Dios guarda tu pie, y acércate más para oír, que para ofrecer el sacrificio de los necios, porque no saben que hacen mal.
El que inmola un buey, Es como si matara a un hombre; El que sacrifica un cordero, Es como si degollara a un perro; El que trae ofrenda vegetal, Es como si ofreciera sangre de cerdo; El que invoca y ofrece incienso, Es como si bendijera a un ídolo. Todos ellos escogieron su camino, Y su alma se deleita en sus abominaciones;
¿Para qué viene a mí este incienso de Sabá, O la caña aromada de países lejanos? Vuestros holocaustos no me son aceptos, Y vuestros sacrificios no me agradan.
Entonces Moisés se enardeció en gran manera, y dijo a YHVH: No aceptes su ofrenda. Yo no he tomado de ellos ni un asno, y a ninguno de ellos he hecho mal.
Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! que cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, porque no entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que tratan de entrar.