Pon la mano sobre él, Piensa en la batalla, y no lo volverás a hacer.
Pon tu mano sobre él; Te acordarás de la batalla, y nunca más volverás.
Si le pones la mano encima, te dará una batalla que no olvidarás. ¡No volverás a intentarlo!
Están tan juntos, que no dejan pasar ni un soplo.
tan estrechamente unidos que ni al aire dejan pasar;
Pon tu mano sobre él; te acordarás de la batalla, y no lo volverás a hacer.
8 (40.32) Si quieres sujetarlo, acabarás peleando con él, y te arrepentirás de hacerlo.
Pero el rey de Israel respondió y dijo: Decidle: No se jacte tanto el que se ciñe las armas como el que se las desciñe.
Pero ellos tuvieron gran temor, pues decían: He aquí los dos reyes no le resistieron, ¿cómo lograremos resistir nosotros?
¿Podrás acribillarle el cuero con dardos, O su cabeza con arpones?
He aquí la esperanza de aquél° queda frustrada. ¿No se desfallece con sólo verlo?