Los oídos que me oían me llamaban bienaventurado, Y los ojos que me veían daban testimonio a favor mío.
Job 4:4 - La Biblia Textual 3a Edicion Tus palabras sostenían al que tambaleaba, Y afirmabas las rodillas decaídas. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Al que tropezaba enderezaban tus palabras, Y esforzabas las rodillas que decaían. Biblia Nueva Traducción Viviente Tus palabras daban apoyo a los que caían; animabas a los de rodillas temblorosas. Biblia Católica (Latinoamericana) Con tu palabra sostenías a aquel que vacilaba,
robustecías las piernas de los endebles;' Biblia Serafín de Ausejo 1975 que con tus palabras sostenías a los vacilantes, robustecías las rodillas que se rinden. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Al que tropezaba, levantaban tus palabras, y fortalecías las rodillas que decaían. Biblia Traducción en Lenguaje Actual palabras no te faltaban para alentar a los tristes y apoyar a los débiles. |
Los oídos que me oían me llamaban bienaventurado, Y los ojos que me veían daban testimonio a favor mío.
Yo les escogía el camino, Y me sentaba entre ellos como caudillo. Me colocaba como rey entre la tropa, Como quien consuela a los que están de duelo.
Pero ahora que te llega a ti, te desalientas, Te ha tocado a ti, y te turbas.
s °YHVH sostiene a todos los que están por caer, Y levanta a todos los que han sido doblegados.
Hay quien profiere palabras como estocadas, Pero la lengua de los sabios es medicina.
Manzana de oro en canastillo de plata Es la palabra dicha oportunamente.
Adonay YHVH me dio lengua de sabios,° Para saber sustentar con palabras al cansado. Cada mañana me despierta, Cada mañana despierta mi oído, para que escuche como discípulo.
Entonces el rey palideció, y la mente se le turbó, y se debilitaron sus lomos, y sus rodillas daban una contra otra.
Así al contrario, que mucho más lo perdonéis y consoléis, para que el tal no sea abrumado por demasiada tristeza.
Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos consoló con la venida° de Tito.
Hermanos, también os exhortamos para que amonestéis a los desordenados, animéis a los desanimados, seáis apoyo de los débiles, pacientes con todos.
Por tanto, fortaleced las manos debilitadas y las rodillas paralizadas,°