Más que los centinelas a la aurora, Mi alma espera a Adonay, ¡Sí, más que los centinelas a la aurora!
Hechos 27:29 - La Biblia Textual 3a Edicion Y temiendo que encalláramos en algún lugar rocoso, soltaron cuatro anclas desde popa y deseaban con ansia que se hiciera de día. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y temiendo dar en escollos, echaron cuatro anclas por la popa, y ansiaban que se hiciese de día. Biblia Nueva Traducción Viviente A la velocidad que íbamos, ellos tenían miedo de que pronto fuéramos arrojados contra las rocas que estaban a lo largo de la costa; así que echaron cuatro anclas desde la parte trasera del barco y rezaron que amaneciera. Biblia Católica (Latinoamericana) Temerosos de que fuéramos a chocar contra unas rocas, tiraron cuatro anclas desde la popa y esperaron ansiosamente a que amaneciera. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Temiendo no fuéramos a dar contra alguna escollera, arrojaron desde popa cuatro anclas y esperaban ansiosos que se hiciera de día. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y temiendo dar en escollos, echaron cuatro anclas de la popa; y ansiaban que se hiciese de día. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Esto asustó a los marineros, pues quería decir que el barco podía chocar contra las rocas. Echaron cuatro anclas al mar, por la parte trasera del barco, y le pidieron a Dios que pronto amaneciera. |
Más que los centinelas a la aurora, Mi alma espera a Adonay, ¡Sí, más que los centinelas a la aurora!
Después de izarlo, ciñeron con amarras la nave por debajo, y temiendo encallar° en la Sirte,° arriaron los aparejos° y se dejaban llevar a la deriva.
y echando la sonda, hallaron veinte brazas, y navegando un poco más adelante y volviendo a echar la sonda, hallaron quince brazas.
Pero como los marineros trataban de abandonar la nave, y habían bajado al mar el esquife, bajo pretexto de soltar anclas desde proa,
Por la mañana dirás: ¡Quién me diera que fuera la tarde! Y a la tarde dirás: ¡Quién me diera que fuera la mañana! por el espanto de tu corazón con que estarás amedrentado, y por el espectáculo que verán tus ojos.
la cual tenemos como firme y segura ancla del alma, que penetra hasta lo que está en el interior del velo,°