Cuando llegamos a Jerusalem, los hermanos nos recibieron cordialmente.
Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con gozo.
Cuando llegamos, los hermanos de Jerusalén nos dieron una calurosa bienvenida.
Al llegar a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con alegría.
Llegados a Jerusalén, nos recibieron con gran satisfacción los hermanos.
Y cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con gozo.
Cuando llegamos a la ciudad de Jerusalén, los miembros de la iglesia nos recibieron con mucha alegría.
En aquellos° días, levantándose Pedro en medio de los hermanos, dijo (y el grupo de personas° reunidas era alrededor° de ciento veinte):
Al llegar a Jerusalem, fueron recibidos por la iglesia, los apóstoles y los ancianos, e informaron de todo lo que Dios había hecho con ellos.
Nosotros, completando la navegación desde Tiro, arribamos a Tolemaida; y luego de saludar a los hermanos, nos quedamos con ellos un día.
Por tanto, aceptaos los unos a los otros, como también el Mesías os° aceptó, para gloria de Dios.