Online nga Bibliya

Mga paanunsiyo


Ang tibuok bibliya Daang Tugon Bag-ong Tugon




Hechos 16:10 - La Biblia Textual 3a Edicion

Tan pronto como tuvo la visión, enseguida procuramos partir para Macedonia, persuadidos de que Dios nos había llamado para proclamarles el evangelio.

Tan-awa ang kapitulo
Ipakita Interlinear Bible

Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces decidimos salir de inmediato hacia Macedonia, después de haber llegado a la conclusión de que Dios nos llamaba a predicar la Buena Noticia allí.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Al despertar nos contó la visión y comprendimos que el Señor nos llamaba para evangelizar a Macedonia.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

En cuanto vio la visión, tratamos de salir para Macedonia, convencidos de que Dios nos había llamado a evangelizarlos.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cuando él vio la visión, inmediatamente procuramos ir a Macedonia, dando por cierto que el Señor nos llamaba para que les predicásemos el evangelio.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Cuando Pablo vio eso, todos nos preparamos de inmediato para viajar a la región de Macedonia. Estábamos seguros de que Dios nos ordenaba ir a ese lugar, para anunciar las buenas noticias a la gente que allí vivía.

Tan-awa ang kapitulo
Ubang mga hubad



Hechos 16:10
14 Cross References  

Había vivido Jared ciento sesenta y dos años cuando engendró a Enoc.


Me apresuré, no me retardé En guardar tus mandamientos.


Por tanto, vine sin vacilación al ser llamado. Así que pregunto: ¿Por qué causa me llamasteis?


Y allí se quedaron proclamando el evangelio.


Y se mostró a Pablo una visión de noche: Cierto° varón macedonio estaba en pie y le rogaba, diciendo: ¡Pasa a Macedonia y ayúdanos!


cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi que una luz del cielo, superior al resplandor del sol, resplandeció alrededor de mí y de los que viajaban° conmigo.


Cuando se decidió que zarpáramos° hacia Italia, entregaron° a Pablo y a algunos otros presos a un centurión llamado Julio, de la cohorte imperial.


Había entonces en Damasco cierto discípulo de nombre Ananías. El Señor le dijo en visión: Ananías; y él respondió: Heme aquí, Señor.