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Números 5:18 - Biblia Nacar-Colunga

Luego él sacerdote, haciendo estar a la mujer ante Yahvé, le descubrirá la cabeza y le pondrá en las manos la ofrenda de “memoria,” la ofrenda de los celos, teniendo él en la mano el agua amarga de la maldición;'

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Biblia Reina Valera 1960

Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante de Jehová, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos la ofrenda recordativa, que es la ofrenda de celos; y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Una vez que el sacerdote haya presentado a la mujer delante del Señor, le desatará el cabello y colocará en las manos de ella la ofrenda de prueba, es decir, la ofrenda de celos, para discernir si las sospechas de su esposo son justificadas. El sacerdote se pondrá frente a ella y sostendrá el recipiente de agua amarga que trae una maldición para quienes son culpables.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Así, puesta la mujer delante de Yavé, el sacerdote le descubrirá la cabeza y pondrá en sus manos la ofrenda para recordar la culpa, mientras que él mismo tendrá en sus manos el agua de amargura que trae la maldición.

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La Biblia Textual 3a Edicion

El sacerdote hará pues que la mujer se mantenga en pie delante de YHVH, soltará el cabello de la mujer° y pondrá en sus palmas la ofrenda vegetal de recordación, que es la ofrenda vegetal de celos, en tanto que en la mano del sacerdote estarán las aguas amargas que traen maldición.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Luego, mientras la mujer sigue de pie en presencia de Yahveh, el sacerdote le descubrirá la cabeza y le pondrá en las palmas de las manos la oblación conmemorativa, o sea, la oblación de celos. El sacerdote, teniendo en sus manos el agua de la amargura que acarrea maldición,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el sacerdote hará que la mujer esté en pie delante de Jehová, y descubrirá la cabeza de la mujer, y le pondrá en las manos la ofrenda memorial, que es la ofrenda de celos; y el sacerdote tendrá en su mano el agua amarga que causa la maldición.

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Números 5:18
18 Cross References  

Pero su fin es más amargo que el ajenjo, punzante como espada de dos filos.


Y hallé que es la mujer más amarga que la muerte y lazo para el corazón, y sus manos atadura. El que agrada a Dios escapará de ella, mas el pecador en ella se quedará preso.


He aquí que en paz se me ha tornado la amargura y has preservado mi alma del hoyo de la corrupción, porque has echado a tu espalda todos mis pecados.


Sírvante de castigo tus perversidades, y de escarmiento tus apostasías. Reconoce y advierte cuan malo y amargo es apartarte de Yahvé, tu Dios, y no poseer mi temor, oráculo del Señor, Yahvé de los ejércitos.


El leproso, manchado de lepra, llevará rasgadas sus vestiduras, desnuda la cabeza, y cubrirá su barba, e irá clamando: “¡Inmundo, inmundo!”


la llevará al sacerdote, y ofrecerá por ella una oblación de la décima parte de un “efá” de harina de cebada, sin derramar aceite sobre ella ni poner incienso encima, porque es ofrenda de celos, ofrenda de memoria para traer el pecado a la memoria.


tomará del agua santa en una vasija de barro, y, cogiendo un poco de la tierra del suelo del tabernáculo, la echará en el agua.


y la conjurará, diciendo: Si no ha dormido contigo ninguno y si no te has descarriado, contaminándote y siendo infiel a tu marido, indemne seas del agua amarga de la maldición;'


entre esta agua de maldición en tus entrañas, para hacer que tu vientre se hinche y se pudran tus muslos; la mujer contestará: Amén, amén.'


mientras que la mujer se honra dejándola crecer? Es que el cabello le ha sido dado por velo.


Si una mujer no se cubre, que se rape. Y si es indecoroso para una mujer cortarse el pelo o raparse, que se vele.


nadie, al oír las palabras de este juramento, se bendiga en su corazón, diciendo: “Paz tendré aunque persista en el propósito de mi corazón”;'


El matrimonio sea tenido por todos en honor; el lecho conyugal sea sin mancha, porque Dios ha de juzgar a los fornicarios y a los adúlteros.'


Samuel dijo: “Traedme a Agag, rey de Amalee”; y Agag se acercó a él, temblando, y dijo: “¡Qué amarga es la muerte!”