Todos los hijos de Israel hicieron lo que Yahvé había mandado a Moisés y a Aarón.
Números 3:51 - Biblia Nacar-Colunga Moisés entregó a Aarón y a sus hijos el dinero del rescate, según la orden de Yahvé, según lo que Yahvé había dicho a Moisés. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y Moisés dio el dinero de los rescates a Aarón y a sus hijos, conforme a la palabra de Jehová, según lo que Jehová había mandado a Moisés. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Moisés les dio la plata del rescate a Aarón y a sus hijos, tal como el Señor le había ordenado. Biblia Católica (Latinoamericana) Moisés la entregó a Aarón y a sus hijos según Yavé le había ordenado. La Biblia Textual 3a Edicion Y Moisés entregó el dinero de los redimidos a Aarón y a sus hijos, conforme al dicho de YHVH, tal como YHVH había ordenado a Moisés. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Moisés entregó el dinero del rescate a Aarón y a sus hijos, conforme a la orden de Yahveh, según lo que Yahveh había mandado a Moisés. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Moisés dio el dinero del rescate a Aarón y a sus hijos, conforme a la palabra de Jehová, tal como Jehová había mandado a Moisés. |
Todos los hijos de Israel hicieron lo que Yahvé había mandado a Moisés y a Aarón.
(22) Acordaos de la Ley de Moisés, mi siervo, a quien di yo en Horeb preceptos y mandatos para todo Israel,
Como se lo había mandado Yahvé a Moisés, así se hizo el censo en el desierto del Sinaí.
Moisés, muy enojado, dijo a Yahvé: “No atiendas a su oblación. Ni un asno siquiera he tomado yo de ellos; a nadie he perjudicado.”
Ese dinero se lo entregarás a Aarón y a sus hijos, como rescate de los que sobrepasan el número de los levitas.”
mil trescientos sesenta y cinco siclos, según el siclo del santuario.
Si otros tienen derecho a participar en vuestros bienes, ¿no lo tendremos más nosotros? Pero no hemos hecho uso de este nuestro derecho, antes hemos soportado todo género de privaciones para no poner obstáculo alguno al Evangelio de Cristo.
Apacentad el rebaño de Dios que os ha sido confiado, no por fuerza, sino con blandura, según Dios; ni por sórdido lucro, sino con prontitud de ánimo;'