y Melquisedec, rey de Salem, sacando pan y vino, como era sacerdote del Altísimo,
Números 24:16 - Biblia Nacar-Colunga oráculo del que oye palabras de Dios, del que conoce los consejos del Altísimo (Elyón), del que ve visiones del Omnipotente (Saday), de quien al caer se le abrieron los ojos. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Dijo el que oyó los dichos de Jehová, Y el que sabe la ciencia del Altísimo, El que vio la visión del Omnipotente; Caído, pero abiertos los ojos: Biblia Nueva Traducción Viviente el mensaje del que oye las palabras de Dios, del que tiene conocimiento dado por el Altísimo, del que ve una visión que proviene del Todopoderoso, y se inclina con los ojos abiertos: Biblia Católica (Latinoamericana) oráculo del que escucha las palabras de Dios
y que posee la ciencia del Altísimo,
que ve lo que el Dios de la Estepa le deja ver,
que se postra, y Dios le abre los ojos. La Biblia Textual 3a Edicion Oráculo del que oye los dichos de Dios, Que conoce la ciencia de ’Elyón,° Y contempla las visiones de Shadday.° Caído, pero con ojos abiertos: Biblia Serafín de Ausejo 1975 oráculo del que oye las palabras de Dios, del que conoce la ciencia del Altísimo; del que ve la visión de Sadday, del que, al caer, se le abren los ojos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) dijo el que oyó las palabras de Dios y entendió el conocimiento del Altísimo; el que vio la visión del Todopoderoso, cayendo en éxtasis, pero con sus ojos abiertos: |
y Melquisedec, rey de Salem, sacando pan y vino, como era sacerdote del Altísimo,
Cuando era Abram de noventa y nueve años, se le apareció Yahvé y le dijo: “Yo soy el Saday; anda en mi presencia y sé perfecto.'
Y, volviendo a tomar la palabra, dijo: “Oráculo de Balaam, hijo de Beor, oráculo del hombre de los ojos cerrados;'
La veo, pero no ahora; la contemplo, pero no de cerca: Alzase de Jacob una estrella, surge de Israel un cetro que aplasta las sienes de Moab y el cráneo de los hijos del tumulto.'
y, tomando su parábola, dijo: “Oráculo de Balaam, hijo de Beor, oráculo del hombre de los ojos cerrados,
oráculo de quien oye palabra de Dios, del que ve visiones del Omnipotente, de quien al caer se le abrieron los ojos.
Y si teniendo el don de profecía, y conociendo los misterios todos, y toda la ciencia, y tanta fe que trasladase los montes, no tengo caridad, no soy nada.
Cuanto a lo de las carnes sacrificadas a los ídolos, sabemos que todos tenemos ciencia. Pero la ciencia hincha, sólo la caridad edifica.