Online nga Bibliya

Mga paanunsiyo


Ang tibuok bibliya Daang Tugon Bag-ong Tugon




Números 12:10 - Biblia Nacar-Colunga

Apenas se había retirado del tabernáculo la nube, apareció María cubierta de lepra, como la nieve; y miró Aarón a María, y la vio cubierta de lepra.'

Tan-awa ang kapitulo
Ipakita Interlinear Bible

Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando la nube dejó de estar encima del tabernáculo, allí estaba Miriam, con su piel tan blanca como la nieve, leprosa. Cuando Aarón vio lo que había pasado con ella,

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuando se disipó la nube que estaba encima de la Tienda, Miriam había contraído la lepra: su piel estaba blanca como la nieve. ¡Aarón se volvió hacia ella y se dio cuenta de que estaba leprosa!

Tan-awa ang kapitulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y la nube se apartó de la Tienda, y he aquí Miriam estaba leprosa como la nieve. Entonces Aarón volvió a ver a Miriam, ¡y he aquí estaba leprosa!

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Apenas se hubo retirado la nube de encima de la tienda, María apareció cubierta de lepra, blanca como la nieve. Aarón miró a María y vio que estaba leprosa.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y la nube se apartó del tabernáculo; y he aquí que Miriam quedó leprosa, blanca como la nieve; y miró Aarón a Miriam, y he aquí que estaba leprosa.

Tan-awa ang kapitulo
Ubang mga hubad



Números 12:10
13 Cross References  

Yahvé hirió de lepra al rey, y leproso estuvo hasta el día de su muerte, y moraba en su casa aislada. Jotam, su hijo, estaba a la cabeza del palacio y juzgaba al pueblo.


pero la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre.” Y Guejazi salió de la presencia de Elíseo blanco de lepra como la nieve.


Había en la entrada de la puerta cuatro leprosos, que se decían unos a otros: “¿Por qué nos vamos a estar aquí hasta morirnos?


Díjole, además, Yahvé: “Mete tu mano en el seno.” Metióla él, y cuando la sacó estaba cubierta de lepra, como la nieve.


Si crían hijos, los despojaré de ellos, privándolos de hombres, y jay de ellos cuando yo me aleje de ellos!


“Manda a los hijos de Israel que hagan salir del campamento a todo leproso, a todo el que padece flujo y a todo inmundo por un cadáver.


Y dirá a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y para sus ángeles.


Acuérdate de lo que con María hizo Yahvé, tu Dios, durante el camino, a la salida de Egipto.”