Te alabaré por el maravilloso modo en que me hiciste. ¡Admirables son tus obras! Del todo conoces mi alma.
Lucas 9:43 - Biblia Nacar-Colunga Todos se maravillaron al ver la grandeza de Dios. Admirándose todos de cuanto hacía, dijo El a sus discípulos: Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y todos se admiraban de la grandeza de Dios. Y maravillándose todos de todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos: Biblia Nueva Traducción Viviente El asombro se apoderó de la gente al ver esa majestuosa demostración del poder de Dios. Mientras todos se maravillaban de las cosas que él hacía, Jesús dijo a sus discípulos: Biblia Católica (Latinoamericana) Todos quedaron asombrados ante una tal intervención de Dios.
Mientras todos quedaban admirados por las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: La Biblia Textual 3a Edicion Y todos estaban asombrados de la grandeza de Dios. Mientras todos estaban maravillados de todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todos quedaron llenos de asombro ante el poder admirable de Dios. Mientras todos estaban maravillados de todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todos estaban maravillados de la grandeza de Dios. Y admirándose todos de todas las cosas que Jesús hacía, dijo a sus discípulos: |
Te alabaré por el maravilloso modo en que me hiciste. ¡Admirables son tus obras! Del todo conoces mi alma.
Así dice Yahvé de los ejércitos: Si esto es difícil a los ojos del resto de su pueblo en estos días, ¿lo será también a mis ojos? dice Yahvé de los ejércitos.
Estando reunidos en Galilea, díjoles Jesús: El Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de los hombres,
Subió con ellos a la barca, y el viento se calmó, y se quedaron en extremo estupefactos,
y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios. Todo el pueblo que esto vio, daba gloria a Dios.
Quedaron todos pasmados, y mutuamente se hablaban diciendo: ¿Qué palabra es ésta, que con autoridad y poder impera a los espíritus y salen?
Quedaron todos fuera de sí y glorificaban a Dios, y, llenos de temor, decían: Hoy hemos visto maravillas.
Pues así él como todos sus compañeros habían quedado sobrecogidos de espanto ante la pesca que habían hecho,
Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Llenos de pasmo, se admiraban y se decían unos a otros: Pero ¿quién es éste, que manda a los vientos y al agua y le obedecen?
Al acercarse, el demonio lo echó por tierra y lo agitó fuertemente. Pero Jesús increpó al espíritu impuro, y curó al niño y se lo entregó a su padre.
Porque no fue siguiendo artificiosas fábulas como os dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, sino como quienes han sido testigos oculares de su majestad.