Sembró Isaac en aquella tierra, y recogió aquel año ciento por uno, pues le bendijo Yahvé.
Lucas 8:8 - Biblia Nacar-Colunga Otra cayó en tierra buena, y, nacida, dio un fruto céntuplo. Dicho esto, clamó: El que tenga oídos para oír, que oiga. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y otra parte cayó en buena tierra, y nació y llevó fruto a ciento por uno. Hablando estas cosas, decía a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero otras semillas cayeron en tierra fértil. Estas semillas crecieron, ¡y produjeron una cosecha que fue cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!». Después de haber dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda». Biblia Católica (Latinoamericana) Y otra cayó en tierra buena, creció y produjo el ciento por uno. Al terminar, Jesús exclamó: 'Escuchen, pues, si ustedes tienen oídos para oír. La Biblia Textual 3a Edicion Y otra cayó en buena tierra, y habiendo crecido, dio° fruto a ciento por uno. Diciendo estas cosas, exclamaba: ¡El que tiene oídos para oír, oiga! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y otro poco cayó en tierra buena; y, después de nacido, llegó a dar fruto al ciento por uno'. Dicho esto, exclamaba: 'El que tenga oídos para oír, que oiga'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y otra parte cayó en buena tierra, y nació, y llevó fruto a ciento por uno. Y hablando estas cosas, dijo a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga. |
Sembró Isaac en aquella tierra, y recogió aquel año ciento por uno, pues le bendijo Yahvé.
Escuchad, dadme oídos, no os envanezcáis, que es Yahvé el que ha hablado.
Os envió Yahvé todos sus siervos los profetas una y otra vez, y tampoco escuchasteis, no les disteis oídos
Lo sembrado en buena tierra es el que oye la palabra y la entiende, y da fruto, uno ciento, otro sesenta, otro treinta.
Los que reciben la siembra en tierra buena son los que oyen la palabra, la reciben y dan fruto, quién treinta, quién sesenta, quién ciento.
Otra cayó en tierra buena y dio fruto, que subía y crecía, dando uno treinta, otro sesenta y otro ciento.
Ni para la tierra es útil, ni aun para el estercolero; la tiran fuera. El que tenga oídos para oír, que oiga.'
Lo caído en buena tierra son aquellos que, oyendo con corazón generoso y bueno, retienen la palabra y dan fruto por la perseverancia.
Y otra cayó en medio de espinas, y, brotando juntamente las espinas, la ahogaron.
que hechura suya somos, creados en Cristo Jesús, para hacer buenas obras, que Dios de antemano preparó para que en ellas anduviésemos.
y andéis de una manera digna del Señor, procurando serle gratos en todo, dando frutos de toda obra buena y creciendo en el conocimiento de Dios,
El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El vencedor no sufrirá daño de la segunda muerte.
El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de mi Dios.