Pero extiende tu mano y tócale en lo suyo, (veremos) si no te maldice en tu rostro.
Lucas 8:31 - Biblia Nacar-Colunga y le rogaban que no les mandase volver al abismo. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y le rogaban que no los mandase ir al abismo. Biblia Nueva Traducción Viviente Los demonios seguían suplicándole a Jesús que no los enviara al abismo sin fondo. Biblia Católica (Latinoamericana) y rogaban a Jesús que no les ordenara volver al abismo. La Biblia Textual 3a Edicion Y le rogaban que no les mandara ir al abismo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y le rogaban que no les mandara irse al abismo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le rogaban que no les mandase ir al abismo. |
Pero extiende tu mano y tócale en lo suyo, (veremos) si no te maldice en tu rostro.
Si extendieses tu mano y tocaras su hueso y su carne, (veríamos) si no maldeciría tu rostro.”
Y dirá a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y para sus ángeles.
Cuando vio a Jesús, gritando se postró ante El, y en alta voz dijo: ¿Qué hay entre mí y ti, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te pido que no me atormentes.
Había allí cerca una manada de puercos bastante numerosa paciendo en el monte, y le rogaron que les permitiese entrar en ellos. Se lo permitió,
o ¿quién bajará al abismo?” Esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos.
Cuando hubieren acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo les hará la guerra, y los vencerá y les quitará la vida.
La bestia que has visto era, pero ya no es, y está a punto de subir del abismo y camina a la perdición; y se maravillarán los moradores de la tierra, cuyo nombre no está escrito en el libro de la vida desde la creación del mundo, viendo la bestia, porque era y no es, y reaparecerá.'
Y fue aprisionada la bestia, y con ella el falso profeta, que hacía señales delante de ella, con las cuales extraviaba a los que habían recibido el carácter de la bestia y a los que adoraban su imagen; vivos fueron arrojados ambos al lago de fuego que arde con azufre.'
Por rey tienen sobre sí al ángel del abismo, cuyo nombre es en hebreo Abaddon, y en griego tiene por nombre Apolyon.