Cuando era Abram de noventa y nueve años, se le apareció Yahvé y le dijo: “Yo soy el Saday; anda en mi presencia y sé perfecto.'
Lucas 1:6 - Biblia Nacar-Colunga Ambos eran justos en la presencia de Dios, e irreprensibles, caminaban en los preceptos y observancias del Señor. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Biblia Nueva Traducción Viviente Zacarías y Elisabet eran justos a los ojos de Dios y cuidadosos en obedecer todos los mandamientos y las ordenanzas del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Ambos eran personas muy cumplidoras a los ojos de Dios y se esmeraban en practicar todos los mandamientos y leyes del Señor. La Biblia Textual 3a Edicion Ambos eran justos delante de Dios, conduciéndose irreprochablemente en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ambos eran realmente rectos ante Dios y llevaban una conducta intachable en conformidad con todos los mandamientos y órdenes del Señor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ambos eran justos delante de Dios, andando irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. |
Cuando era Abram de noventa y nueve años, se le apareció Yahvé y le dijo: “Yo soy el Saday; anda en mi presencia y sé perfecto.'
Esta es la descendencia de Noé: Noé era varón justo y perfecto entre sus contemporáneos, y siempre anduvo con Dios.
Dijo Yahvé a Noé: “Entra tú y toda tu familia en el arca, pues sólo tú has sido hallado justo ante mí en esta generación.
porque David había hecho lo recto a los ojos de Yahvé y no se había apartado de ninguno de sus mandamientos durante toda su vida, fuera de lo de Urías el jeteo.
Si andas en mi presencia, como anduvo David, tu padre, en integridad de corazón y en equidad, haciendo cuanto yo te he mandado y guardando mis leyes y mandamientos,
“¡Oh Yahvé! Ten en cuenta que he andado ante ti fielmente y con corazón íntegro y que he hecho lo que es bueno a tus ojos.” Y Ezequías lloraba con gran llanto.
sino que se acogió al Dios de sus padres y siguió sus mandatos, sin imitar lo que hacía Israel.
Había en tierra de Hus un varón llamado Job, hombre íntegro y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Naciéronle siete hijos y tres hijas;'
Y dijo Yahvé a Satán: “¿Has reparado en mi siervo Job, pues no lo hay como él en la tierra, varón íntegro y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?”
En verdad, yo sé que es así: ¿Cómo justificarse un hombre frente a Dios?
No tenían hijos, pues Isabel era estéril y los dos ya avanzados en edad.
Y les dijo: Vosotros pretendéis pasar por justos ante los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que es para los hombres estimable, es abominable ante Dios.'
Había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, justo y piadoso, que esperaba la Consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba en él.
pues David dice de El: “Traía yo al Señor siempre delante de mí, porque El está a mi derecha, para que no vacile.
Pablo, puestos los ojos en el sanedrín, dijo: Hermanos, siempre hasta hoy me he conducido delante de Dios con toda rectitud de conciencia”
Según esto, he procurado en todo tiempo tener una conciencia irreprensible para con Dios y para con los hombres.
No tienes en esto parte ni heredad, porque tu corazón no es recto delante de Dios.
para que la justicia de la Ley se cumpliese en nosotros, los que no andamos según la carne, sino según el espíritu.
Os alabo de que en todo os acordéis de mí y retengáis las tradiciones que yo os he transmitido.
Pues ésta es nuestra gloria, el testimonio de nuestra conciencia. Que no en sabiduría carnal, sino en la santidad y sinceridad de Dios, en la gracia de Dios, hemos vivido en el mundo, y más especialmente entre vosotros.
seguid en todo los caminos que Yahvé, vuestro Dios, os prescribe, para que viváis y seáis dichosos y duréis largos años en la tierra que vais a poseer.”
a fin de que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha, en medio de esta generación mala y perversa, entre la cual aparecéis como antorchas en el mundo,
ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por su muerte, para presentaros santos e inmaculados e irreprensibles delante de El,
a fin de fortalecer vuestros corazones y haceros irreprensibles en la santidad ante Dios, Padre nuestro, en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos.
Por esto, carísimos, viviendo en esta esperanza, procurad con diligencia ser hallados en paz, limpios e irreprochables delante de El,
Si sabéis que El es justo, sabed también que todo el que practica la justicia es nacido de El.
Mijitos, que nadie os extravíe: el que practica la justicia es justo, según que El es justo;'