y para la ofrenda de la leña en los tiempos señalados y para las primicias. ¡Acuérdate de mí, Dios mío, para bien!
Levítico 6:12 - Biblia Nacar-Colunga Yahvé habló a Moisés, diciendo: Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará el holocausto sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz. Biblia Nueva Traducción Viviente Entre tanto, el fuego del altar debe mantenerse ardiendo; nunca deberá apagarse. Cada mañana el sacerdote le echará leña nueva al fuego. Luego acomodará la ofrenda quemada sobre él, y también quemará la grasa de las ofrendas de paz. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé habló a Moisés para decirle: La Biblia Textual 3a Edicion En tanto, el fuego de sobre el altar arderá en él sin extinguirse. El sacerdote quemará leños en él cada mañana, y acomodará encima el holocausto, dejando consumir en él las grasas de las ofrendas de paz. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Habló Yahveh a Moisés diciéndole: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el fuego se mantendrá encendido sobre el altar, no ha de apagarse, sino que el sacerdote quemará leña en él cada mañana, y acomodará sobre él el holocausto, y quemará sobre él la grosura de las ofrendas de paz. |
y para la ofrenda de la leña en los tiempos señalados y para las primicias. ¡Acuérdate de mí, Dios mío, para bien!
y la que mira al norte es la de los sacerdotes que hacen la guardia del altar. Son los hijos de Sadoc, que entre los hijos de Leví se acercan a Yahvé para servirle.
Lo comerán los varones hijos de Aarón. Es ley perpetua para vuestros descendientes sobre las ofrendas hechas a Yahvé por el fuego. Quienquiera que la toque se santificará.”
“He aquí la ofrenda que han de hacer Aarón y sus hijos el día de su unción: un décimo de “efah” de flor de harina, como oblación perpetua, la mitad por la mañana y la mitad por la tarde.
Lo que resta de la ofrenda lo comerán Aarón y sus hijos. Lo comerán sin levadura, en lugar santo, en el atrio del tabernáculo de la reunión.
y el fuego mandado por Yahvé consumió en el altar el holocausto y los sebos. A su vista, el pueblo todo lanzó gritos de júbilo y se postraron en tierra.
sino un temeroso juicio, y el ardor vengativo del fuego que devora a los enemigos.