“No sea que hayan pecado mis hijos y hayan maldecido a Dios en su corazón.” Así hacía Job siempre.
Levítico 16:6 - Biblia Nacar-Colunga Aarón ofrecerá su novillo por el pecado, y hará la expiación por sí y por su casa. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y hará traer Aarón el becerro de la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa. Biblia Nueva Traducción Viviente »Aarón presentará su propio becerro como ofrenda por el pecado para purificarse a sí mismo y a su familia, y así serán justos ante el Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Al ofrecer su novillo por el pecado, hará la expiación por sí mismo y por los de su familia. La Biblia Textual 3a Edicion Y haciendo acercar el novillo como ofrenda por el pecado, Aarón hará expiación por sí mismo y por su casa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Aarón ofrecerá el novillo del sacrificio por su propio pecado, y hará expiación por sí mismo y por su casa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Aarón ofrecerá el becerro de la ofrenda por el pecado, que es por sí mismo, y hará la reconciliación por sí mismo, y por su casa. |
“No sea que hayan pecado mis hijos y hayan maldecido a Dios en su corazón.” Así hacía Job siempre.
A los sacerdotes, levitas de la posteridad de Sadoc, que serán los que a mí se han de acercar para servirme, dice el Señor, Yahvé, les darás un novillo para el sacrificio por el pecado.
Pasados estos días, del día octavo en adelante, los sacerdotes ofrecerán en el altar vuestros holocaustos y vuestros sacrificios pacíficos, y yo os seré propicio, dice el Señor, Yahvé.
He aquí el rito según el cual entrará Aarón en el santuario: tomará un novillo para el sacrificio por el pecado y un carnero para el holocausto.
Tomará después los dos machos cabríos y, presentándolos ante Yahvé a la entrada del tabernáculo de la reunión,
Dijo, pues, a Aarón: “Acércate al altar, ofrece tu sacrificio por el pecado y tu holocausto y haz la expiación por ti y por el pueblo; presenta también la ofrenda del pueblo y haz la expiación por él, como lo ha mandado Yahvé.”
que no necesita, como los pontífices, ofrecer cada día víctimas, primero por sus propios pecados, luego por los del pueblo, pues esto lo hizo una sola vez, ofreciéndose a sí mismo.
entró de una vez para siempre en el santuario, no por la sangre de los machos cabríos y de los becerros, sino por su propia sangre, habiendo obtenido una redención eterna.
pero en la segunda, una sola vez en el año entra el pontífice solo, no sin sangre, que ofrece en expiación de sus ignorancias y las del pueblo.