Yo lavaré mis manos en la inocencia y andaré en derredor de tu altar, ¡oh Yahvé!
Levítico 15:5 - Biblia Nacar-Colunga Quien tocare su lecho lavará sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta la tarde. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y cualquiera que tocare su cama lavará sus vestidos; se lavará también a sí mismo con agua, y será inmundo hasta la noche. Biblia Nueva Traducción Viviente De modo que si alguien toca la cama de ese hombre, tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer. Biblia Católica (Latinoamericana) Quien toque esta cama deberá lavar sus vestidos y luego bañarse, y quedará impuro hasta la tarde. La Biblia Textual 3a Edicion Cualquiera que toque su lecho, habrá de lavar sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta la tarde. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien toque ese lecho lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cualquiera que tocare a su cama, lavará sus ropas; se lavará también a sí mismo con agua, y será inmundo hasta la tarde. |
Yo lavaré mis manos en la inocencia y andaré en derredor de tu altar, ¡oh Yahvé!
He aquí que en maldad fui formado y en pecado me concibió mi madre.
Yahvé le dijo: “Ve al pueblo y santifícalos hoy y mañana. Que laven sus vestidos,
Lavaos, limpiaos, quitad de ante mis ojos la iniquidad de vuestras acciones. Dejad de hacer el mal,
Pero se ha revelado Yahvé de los ejércitos a mis oídos: Ciertamente no será perdonado este pecado hasta que muráis.
Y os aspergeré con aguas puras y os purificaré de todas vuestras impurezas, de todas vuestras idolatrías.
Os libraré de todas vuestras impurezas, y llamaré al trigo y lo multiplicaré, y no tendréis hambre.
Quien tocare uno de sus cadáveres se contaminará, y será inmundo hasta la tarde;'
y si tocare algo de esto muer-to, lavará sus vestiduras, y será inmundo hasta la puesta del sol.
y quien transportare su cadáver lavará sus vestiduras y será inmundo hasta la tarde.
Todo objeto sobre el que cayere uno de estos cadáveres será manchado; y los utensilios de madera, vestidos, pieles, sacos, todo objeto de uso, será puesto en agua y será inmundo hasta la tarde;'
y al séptimo examinará la llaga; si no se ha extendido ni está más hundida que la piel, le declarará puro; el hombre lavará sus vestiduras y será puro.'
y al séptimo día lo examinará nuevamente; si la parte enferma se ha puesto menos brillante y la mancha no se ha extendido sobre la piel, el sacerdote le declarará puro; es una erupción. Lavará sus vestiduras y será puro.'
y con el dedo índice de su mano derecha hará siete veces aspersión ante Yahvé;'
La mujer con quien se acostare con emisión del semen, se lavará como él, y, como él, será inmunda hasta la tarde.
El lecho en que se acueste, el asiento en que se siente, será inmundo.
Quien se sentare sobre un objeto sobre el que se sentó el que padece el flujo, lavará sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta la tarde.
El que hubiere ido a soltar el macho cabrío a Azazel, lavará sus vestidos y bañará en agua su cuerpo, después de lo cual podrá entrar en el campamento.
El que los queme lavará luego sus vestidos, bañará en agua su cuerpo, y después podrá entrar en el campamento.”
Todo indígena o extranjero que comiere carne mortecina o desgarrada lavará sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta la tarde; después será puro.'
El que recogió las cenizas de la vaca, lavará sus vestidos y será inmundo hasta la tarde. Será ésta para los hijos de Israel, y para el extranjero que habita entre ellos, ley perpetua.”
Todo el que tocare el inmundo, será inmundo, y quien algo de ello tocare, será inmundo hasta la tarde.
acerquémonos con sincero corazón, con plenitud de fe, purificados los corazones de toda conciencia mala y lavado el cuerpo con el agua pura.
¡cuánto más la sangre de Cristo, que en virtud de un espíritu eterno a sí mismo se ofreció inmaculado a Dios, limpiará nuestra conciencia de las obras muertas, para servir al Dios vivo!
de otra manera sería preciso que padeciera muchas veces desde la creación del mundo. Pero ahora una sola vez en la plenitud de los siglos se manifestó para destruir el pecado por el sacrificio de sí mismo.
Acercaos a Dios, y El se acercará a vosotros. Lavaos las manos, pecadores, y purificad vuestros corazones, almas dobles.
Le respondí: Señor mío, eso tú lo sabes. Y me replicó: Estos son los que vienen de la gran tribulación, y lavaron sus túnicas y las blanquearon en la sangre del Cordero.
Saúl nada dijo aquel día, pensando que algo le habría pasado y que se habría contaminado. “Seguramente es eso, que no estará puro,” se dijo.