Caiga su sangre sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre. Haya siempre en la casa de Joab quien padezca el flujo, leproso, quien ande con báculo, quien muera a cuchillo, quien carezca de pan.”
Levítico 15:2 - Biblia Nacar-Colunga “Hablad a los hijos de Israel y decidles: Cualquier hombre que padezca flujo seminal en su carne será inmundo. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Hablad a los hijos de Israel y decidles: Cualquier varón, cuando tuviere flujo de semen, será inmundo. Biblia Nueva Traducción Viviente «Den las siguientes instrucciones al pueblo de Israel. »Cualquier hombre que tenga una secreción corporal es ceremonialmente impuro. Biblia Católica (Latinoamericana) Hablen a los hijos de Israel y díganles: Cualquier persona que padezca un derrame es impura por este derrame. La Biblia Textual 3a Edicion Hablad a los hijos de Israel y decidles: Cualquier varón, cuando emita flujo seminal° de su miembro viril, será impuro a causa de su flujo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Hablad a los israelitas y decidles: si un varón tiene flujo seminal, su flujo es impuro. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hablad a los hijos de Israel, y decidles: Cualquier varón, cuando su simiente manare de su carne, será inmundo. |
Caiga su sangre sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre. Haya siempre en la casa de Joab quien padezca el flujo, leproso, quien ande con báculo, quien muera a cuchillo, quien carezca de pan.”
Esta es la ley de su inmundicia en el flujo, ya sea por destilar su carne el flujo, ya sea por retenerlo, es inmundo.
El que de la estirpe de Aarón tuviere lepra o flujo, no comerá de las cosas santas hasta no quedar puro.
o tocare, sin darse cuenta, cualquiera impureza humana, dándose cuenta de ello después, contrayendo así reato;'
“Manda a los hijos de Israel que hagan salir del campamento a todo leproso, a todo el que padece flujo y a todo inmundo por un cadáver.
Entonces una mujer que padecía flujo de sangre hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la orla del vestido,
Una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que en médicos había gastado toda su hacienda, sin lograr ser de ninguno curada,
y primeramente porque a ellos les han sido confiados los oráculos de Dios”