He aquí los nombres de los hijos de Ismael según sus nombres y sus generaciones. El primogénito de Ismael fue Nebayot; después, Quedar, Abdel, Mibsam,'
Jueces 8:6 - Biblia Nacar-Colunga Respondiéronle los jefes de Sucot: “¿Acaso tienes ya en tus manos el puño de Zebaj y Salmana, para que demos pan a tu tropa?” Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y los principales de Sucot respondieron: ¿Están ya Zeba y Zalmuna en tu mano, para que demos pan a tu ejército? Biblia Nueva Traducción Viviente Pero los líderes de Sucot le respondieron: —Primero captura a Zeba y a Zalmuna, y después alimentaremos a tu ejército. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero los ancianos de Sucot le respondieron: '¿Ya les has atado las manos a Zebaj y a Salmuna? ¿Cómo quieres que demos pan a tus hombres?' La Biblia Textual 3a Edicion Pero los gobernantes de Sucot le respondieron: ¿Está ya en tu poder la mano° de Zeba y Zalmuna, para que demos pan a tu tropa? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero los príncipes de Suot respondieron. '¿Acaso tienes ya en tu poder a Zébaj y a Salmuná, para que tengamos que dar pan a tu ejército?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los principales de Sucot respondieron: ¿Está ya la mano de Zeba y Zalmuna en tu mano, para que tengamos que dar pan a tu ejército? |
He aquí los nombres de los hijos de Ismael según sus nombres y sus generaciones. El primogénito de Ismael fue Nebayot; después, Quedar, Abdel, Mibsam,'
Sentáronse a comer, y, alzando los ojos, vieron venir una caravana de ismaelitas que venía de Galaad, cuyos camellos iban cargados de estoraque, tragacanto y láudano, que llevaban a Egipto;'
y, cuando pasaban los mercaderes madianitas, sacaron a José, subiéndole del pozo, y por veinte monedas de plata se lo vendieron a los ismaelitas, que le llevaron a Egipto.
Y el rey de Israel respondió: “Decidle que no ha de alabarse el que se ciñe como el que ya se desciñe,”
Joás, rey de Israel, hizo decir a Amasias: “El cardo del Líbano mandó a decir al cedro del Líbano: Dame tu hija por mujer para mi hijo. Las fieras del Líbano pasaron y pisotearon el cardo.
Maldecid, maldecid a sus habitantes, porque no cooperaron a la victoria de Yahvé, a la ayuda de Yahvé a sus valientes.
Entonces vino Gedeón a las gentes de Sucot y dijo: “Ved aquí a Zebaj y Salmana, con los que me zaheristeis diciendo: ¿Acaso tienes ya en tu poder el puño de Zebaj y Salmana, para que demos de comer a tus tropas fatigadas?”
y dijo a las gentes de Sucot: “Dad, os ruego, unos panes a la gente que me sigue, que están cansados y van en persecución de Zebaj y Salmana, reyes de Madián.”